FITUR plegó con un 25% menos en todo: moqueta, visitantes, expositores, regiones… Pero qué grande eres, Fitur, para algunos, porque nosotros, en cuanto al espacio ocupado, siendo el arcano abrumador del turismo de interior, fuimos cáscara de nuez navegando en el mar internacional del turismo, en Ifema.
Eres grande, Fitur. En tu trastienda de colorines, exóticos y bonitos stands, menos el nuestro, que era frío, feo, flojo, flaco y escondío. Ocultas, Fitur, mucha pobreza, dictadura y depredador. Pero tu balance es positivo por lo bueno. Nadie te puede negar, oh Fitur, que eres destino de destinos, fondo cultural y paloma de la paz. Para botón de muestra, allí estaba la madre Rusia con sus catedrales ortodoxas, sus palacios zaristas y las nostálgicas Moscú y San Petersburgo. Y a la vez, enviaba a sus cosacos de Kazán a Ucrania. En frente, en el pabellón de las Américas (nosotros pagamos esa aventura y a Colón), estaban los EE. UU. que, mientras enviaban la sexta flota a Europa, nos enseñaban Nueva york, Los Ángeles, Las Vegas y su Ruta 66… Nosotros tenemos las nacionales 620 (Vía Plata), 122 (Duero) y 623 (Burgos-Cantabria) olvidadas en el medio rural.
Recuerdo aquellos años en los que España, detrás de Francia, estaba por encima de los EE.UU. en visitantes. Los del Tío Sam no lo perdonan. De ahí que a Sánchez no le inviten a la guerra. No es fácil hablar de paz, cultura, ocio y vacación cuando nuestra fragata se echó a la mar. Ojo, que lleva el nombre de Blas de Lezo, aquel marino vasco, tuerto, manco y cojo que derrotó y destrozó a la armada inglesa. Que su espíritu acompañe a nuestros soldados. Casualmente, sobre mi mesa, el libro de Pablo Victoria sobre el héroe español.
Pero de lo que no podemos quejarnos en Fitur es de polifenoles. Cada año, más. Hartos de vino. Servidor no es sospechoso. Ya está bien, vino, vino, vino… es un complemento, solo eso. No puede ni debe ser producto. Y esto va por Valladolid y por Pucela, que olvidan beber de otras fuentes, incomprensiblemente. Y, mientras, Las Edades intercambiando cromos con Extremadura y el Vaticano. Y claro, el resto de las 10, Bierzo es una más, pues contándose a ellos, entre ellos, a nosotros mismos, sus proyectos. ¿Cuándo vamos a dejar de hacer el ridículo en Fitur presentando al aire? Y este año, en más de una ocasión, había que recordar a las comitivas en campaña que habíamos venido a setas y no a Rolex. Hablaremos de Intur, nuestra feria herida, donde puede estar la solución. Si no hay guerra, claro.