Menú de pienso compuesto
Los multimillonarios de Davos atacan de nuevo al hombre para salvar el planeta. La reunión de este año tampoco es presencial. Tienen miedo al virus chino del Covid 19 que arrasa la Tierra. Así que han invitado como estrella en plasma a Xi Jinping, el tirano de China que quiere conquistar Occidente como Gengis Kan: con una panda de tártaros disfrazados de perritos de la pradera. También han invitado entre bambalinas al eminente Alberto Garzón. No se atreven a decirlo ni a pronunciar su hombre porque entonces habría que suspender de inmediato las elecciones en Castilla y León y proclamar santo súbito a Alfonso Mañueco.
De momento ya nos han suministrado el menú de pienso compuesto para humanos a partir del 2030: algas o moringa para el desayuno, pirámide de fonio o champiñones para el piscolabis de media mañana, lentejas para el almuerzo como plato único y obligatorio y sin chorizo o costilla como complemento, una racioncita de okra para la merienda, y una buena ración de espinacas en la cena para fortalecer la libido de Popeye.
Lo malo de esta gentuza progre no es que lancen majaderías al tendido como las lanzan, sino que las pronuncien con todo el énfasis como lo hacen las tiranías. Para la filial de Davos en España –conformada por el tándem Sánchez&Garzón–, además del pienso preceptivo, nos han ajustado el bozal de okupación: a cada vaca y media le corresponde una hectárea con pastos de primera calidad, instalaciones con pesebres de oro como tenía el caballo de Calígula, cuidados de manicura para las pezuñas y los cuernos, y el reciclado oportuno de las boñigas como la bebida más apropiada para ingerir algas, moringa, fonio, champiñones, lentejas, okra, y espinacas. El agua queda prohibida: es para la limpieza del planeta y para la sed de los animales. Éstos no llegan a tiranos, son simple imbecilidad en rama.