Diario de Castilla y León

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SE ENTRETEJEN CON MUCHA OBSCENIDAD, pero no pero no de la que enhebra los pasajes eróticos. Hoy me refiero a esa obscenidad apócrifa y maldita que no exhibe ficciones, ni estimula el instinto primigenio. Me pareció especialmente obsceno saber que el gobierno que desgobierna pretende abrir la puerta a que las indemnizaciones de las víctimas de accidentes de tráfico también estén sujetas a tributación, a pesar del daño irreparable que se causaría a esas víctimas. Me parecieron obscenas y escandalosas las declaraciones del ministro Garzón sobre los ganaderos españoles y es mucho más obsceno que no haya dimitido. Me siguen pareciendo obscenos los 22 ministerios dispuestos por Sánchez en tiempos tan convulsos y los más de 1200 asesores con que cuenta el gobierno. Me parece igualmente obsceno que ante tanto y tanto despilfarro gubernamental, miles de nuestros compatriotas no tengan para comer un plato al día y deban ser socorridos por instituciones benéficas.

Me parece obsceno que los fondos europeos se repartan a dedo y que ese reparto perjudique rotundamente a las comunidades autónomas que no son de la cuerda del gobierno. Me parecerá siempre obscena la mansión que la ministra de Igualdad y su cómplice el ex-vicepresidente Iglesias compraron en Galapagar cuando entraron en el gobierno, a pesar de haber asegurado que no se irían de Vallecas. Me parecieron obscenos los 649,5 millones de euros que el Emir de Dubái -por muy emir que sea- habrá de abonarle a la princesa Haya para poder divorciarse -«unos seres humanos valen más que otros»- y también me lo parecen los 12 millones de euros que deberá seguir abonando anualmente a sus hijos Jalila y Zayed para que estudien ¿Qué coño estudiarán? Me parece muy obsceno y engañoso que estas y otras cosas parecidas estén sucediendo en un planeta saturado de hambruna y de extrema necesidad: es el desprecio absoluto a los que viven en la miseria y a los que han muerto en la miseria.

Me parece obsceno que el presidente del gobierno y la ministra Yolanda Díaz nos «obliguen» a proteger el clima cerrando las pocas centrales térmicas que nos quedan y, sin embargo, no piensen en el clima cuando viajan en Falcon. Me parece obsceno el precio de la luz, porque empobrece a las familias y evita que las empresas sean competitivas. Me . Me parece obsceno el precio de los combustibles y los alimentos; pero son más obscenos los impuestos que se aplican a sus precios desorbitados. Me parece especialmente obsceno que muchísimas de las administraciones públicas, de un país en crisis, aumenten sus abultados presupuestos, a la vez que han de reducirlos un elevado número de familias. Me parecen obscenos, muy obscenos, los que se miran al ombligo.

El mundo en que vivimos es obsceno porque se burla de los seres humanos que habitan en la humildad. La obscenidad es eso y otras muchas cosas que no me atrevo a decir porque seguramente también se me caería la cara de vergüenza.

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