Cerrar

Creado:

Actualizado:

MOMENTOS, además de un clásico de Julio Iglesias, es un término fundamental en política a la hora de tomar decisiones. Algunas de ellas son valoradas más por su oportunidad en el tiempo que por la propia decisión en si. Es el caso de adelantar el adelanto electoral por parte del presidente de la Junta. Una decisión que se ha criticado sobre todo por el momento y las circunstancias en que se ha tomado.

Realmente puede parecer que convocar elecciones en plena sexta ola de esta interminable pandemia y con una situación económica en pleno proceso de reactivación no es la decisión más oportuna. Sin embargo esta argumentación es perfectamente reversible. Bien pensado, en un momento tan delicado sanitaria y económicamente, con cifras record de contagios y una necesaria gestión eficaz de los fondos europeos para el futuro de Castilla y León ¿qué es más deseable para la ciudadanía? ¿Un Gobierno con sus Consejeros a leches, dividido y bloqueado por desconfianzas, fantasmas, filtraciones y traiciones? ¿O un Gobierno unido, sólido, cohesionado y con todos sus Consejeros alineados con los mismos objetivos, políticas y decisiones? Por otra parte, tampoco hay que engañarse: el adelanto electoral no es que nos prive a los ciudadanos precisamente de una magnífica gestión de los Consejeros ahora ausentes. Más bien habría que hablar de una gestión marcada por los vaivenes, Improvisaciones y conflictos permanentes de algunas de sus Consejerías y por una de las etapas más planas y anodinas en alguna otra.

Es cierto que las formas no han sido las más elegantes y solemnes del mundo. Quizá hubiera sido más apropiado convocar al Vicepresidente y a los Consejeros afectados para comunicarles uno a uno y en persona su cese, de no ser porque la elegancia se hubiera visto interrumpida por una moción de censura antes de llegar al último.

Otro momentazo que se nos presenta ahora es el inigualable espectáculo en que se han convertido las campañas electorales. Nos esperan intensas semanas de insultos, críticas desproporcionadas, tweets ofensivos, descalificaciones, ataques personales, promesas incumplibles, ideas estrambóticas…Se abre ahora el gran teatro de la campaña electoral en el que todos se aferran a sus respectivos disfraces para desempeñar el mejor papel posible. 

El presidente Mañueco de hombre prudente y buen gestor, Igea de pobre víctima del malvado Mañueco, Tudanca de Salvador de Castilla y León, y los de Podemos, Vox, y la España vaciada de nuevos regeneradores, cada uno a su manera. 

Todos contra Mañueco y Mañueco contra Sánchez. ¡Que empiece el espectáculo!