Diario de Castilla y León

J. M. CANTERA CUARTANGO

Círculo de Cambridge

Creado:

Actualizado:

ENRIQUE VIII ha pasado a la historia de la humanidad, especialmente en Europa continental, como el monarca inglés que provocó el cisma con la Iglesia católico-romana, del que surgió la Iglesia anglicana, quien concertó matrimonio en seis ocasiones (Catalina de Aragón, Ana Bolena, Juana Seymour, Ana de Cléveris, Catalina Howard y Catalina Parr) y decapitó a Sir Tomás Moro, su primer ministro, que, por motivos de conciencia, no dio el plácet a regularizar los deseos jurídico-carnales de su Rey. En definitiva, todo un desecho de virtudes. La serie Los Tudor recrea a la perfección el ambiente de la corte inglesa y las intrigas palaciegas de este insigne personaje.

Sin embargo, apenas es conocido que Enrique VIII fue el impulsor y creador del Trinity College, uno de los colegios que conforman la Universidad de Cambridge, pionera del conocimiento y sabiduría en el siglo XVI y hoy una de las top ten instituciones educativas del mundo. Tuvo la lucidez de promocionar la vida y estilo universitario, pues fue consciente que de sus aulas saldrían, generación tras generación, personas que ocuparían puestos relevantes en instituciones del país.

Cuatro siglos después, y para sorpresa de todos y humillación del pueblo sajón, también se formaron alumnos que han sido una deshonra para los ingleses, y que constituyeron lo que se conoce como el Círculo de Cambridge, un grupo de espías británicos reclutados por la Unión Soviética, que pasaron información durante la Segunda Guerra Mundial hasta principios de la década de los cincuenta del siglo pasado. Sus miembros fueron Kim Philby (con el nombre en clave de Stanley), Donald Maclean (Homer), Guy Burgess (Hicks) y Anthony Blunt (Johnson), e hipotéticamente, John Cairncross (Liszt). Por qué traicionaron a su país o cuáles fueron las razones de tal conducta todavía hoy constituye un enigma.

Dos periodistas españoles acaban de publicar un sabroso libro titulado El Jefe de los Espías. Cuenta, de manera brillante y trepidante, la historia de la España de la transición y de la época felipista, pero desde la óptica del que fuera director del Centro Superior de Información de la Defensa desde el año 1981 al año 1995, el general Emilio Alonso Manglano. Y lo más extraordinario es que está basado en las agendas-diarios que el militar redactó, meticulosamente, durante esos catorce años. No deja títere con cabeza. Parece una novela de acción, que ni John le Carré habría logrado escribir.

tracking