Navidades turísticas
A PESAR de ómicron, de la eterna marejadilla de olas de contagios, de posibles nuevas restricciones, de la movilidad internacional, de pasaportes covid… las perspectivas para el sector turístico en Castilla y León para estas próximas Navidades son muy favorables.
A nivel nacional el sector turístico vuelve a situarse al borde del precipicio de nuevos confinamientos y restricciones que condicionan de manera determinante el comportamiento del turismo internacional. En otros destinos nacionales como Andalucía, Cataluña, Valencia o las islas con un volumen de turismo internacional muy superior al de Castilla y León la situación es muy preocupante. Las buenas expectativas empresariales motivadas por la reactivación del sector en la temporada de verano pueden verse truncadas por una nueva caída en picado de los flujos turísticos internacionales. Pese a ello las expectativas turísticas para este cuarto trimestre del año son muy desiguales y asimétricas en función de los distintos destinos y subsectores de la cadena de valor turístico. Mientras que en los grandes destinos urbanos la reactivación de las ventas turísticas se produce de manera más paulatina con una expectativa de descenso del -30,05% en Madrid o del -35,02% en Barcelona respecto al cuarto trimestre de 2019, en destinos de interior o en la ‘España Verde’ las expectativas de recuperación son más halagüeñas aunque también muy desiguales. Frente a las caídas respecto a 2019 del -2,8% en Castilla la Mancha o del -1,3% en Extremadura, en otros destinos de interior las caídas aumentan hasta el -9,4% en Navarra, el -11,5% en Castilla y León o el -13,1% en Galicia.
No obstante, la aparición de la variante ómicron y el incremento exponencial de contagios en Europa ha despertado todas las alertas en el sector turístico ante una posible avalancha de cancelaciones del turismo internacional, especialmente desde el mercado británico como primer mercado turístico emisor en España.
Con todo ello la nueva situación pandémica y el miedo a los contagios puede beneficiar la reactivación turística de destinos de interior como Castilla y León cuya oferta turística es capaz de garantizar la calidad de sus servicios y la seguridad de los turistas en un entorno que facilita el contacto social reducido limitado al ámbito familiar, especialmente en el turismo rural. Este nuevo escenario junto al fuerte crecimiento del turismo nacional, que en Castilla y León es mayoritario, hacen prever unas navidades turísticas muy buenas en nuestra región. Esperemos que no venga alguien con nuevas e ingeniosas medidas contra la pandemia y lo estropee.