Alegatos de miedo
YAHACEDIEZ años que la banda terrorista ETA modificó su conducta. No tuvo más remedio que rendirse ante el cerco urdido por las Fuerzas de Seguridad de un Estado que tañe en democracia. Cambió entonces la catadura más funesta que venían exhibiendo los asesinos despiadados cuando pusieron fin a la barbarie inmensa. La banda de verdugos desgajó su semblante cuando esparcía muertes, tragedias que investían alegatos de miedo, despojos del lenguaje que no arrulla porque ha aprendido el nombre de las víctimas. Después, sus herederos se sentaron en flamantes escaños de algunos parlamentos y en vez de zaherirnos con las armas, comenzaron a hacerlo de otro modo: mordían la voz. Son los resentimientos, las inquinas de los seres sin alma. El semblante de ETA es un sigilo que ha presagiado muertes, atentados baldíos y cobardes. Y lo peor de todo: se esconden en escaños para seguir hurgando en las heridas que no han cicatrizado, pero ya han conseguido que su semblante apático y ocioso, desee llegar a infiernos de esos dioses que son de poca monta. Dioses de hiel y fango nauseabundo. La Ley de la Memoria Democrática ha arrinconado a la «memoria democrática» porque desea olvidar que hay cientos de asesinos que no se han resarcido de tantas fechorías repugnantes, ya que 315 casos están sin resolver. Son los protagonistas de aquellos atentados que hoy voy a recordar con gran tristeza…Fue la letal zozobra de ese día…El 22 de diciembre de 1995 cuando las calles de León enmudecieron con el brutal asesinato de Luciano Cortizo: la tragedia vehemente pero fría vació su señuelo entre nosotros. Petrificó León. Era el naciente invierno vagando a la deriva. Porque en esta mañana del otoño me chirría el NO, NO de Pedro Sánchez, repetido dos veces en el Congreso de los diputados, cuando le preguntaron si sacaría de la cárcel a los protagonistas de esa historia tan triste y tan amarga. Deseo que así sea, que ese NO, no redunde en más mentiras, que esta vez el presidente de un gobierno sin rumbo, se someta a las cosas que nos dice ¡Veremos lo que ofrecen las verdades de seres mentirosos! Esos que son pomposos fiduciarios de otros días sin sol y sin justicia. Insto al presidente, para que se comprometa a esclarecer el gran terror que encubren sus socios de gobierno e intente la justicia deseada. Que, de una vez por todas, se repute, se juzgue y se condene a quien segó la vida de tantos inocentes. Mientras no se demuestre lo contario, esos parlamentarios de quimera, los prohombres de BILDU, son solo oportunistas asidos a un pesebre. Por eso este recuerdo, esa ausencia furtiva que corona los ritos de un Estado de Derecho. Veremos si ese NO de nuestro presidente, tan claro y tan rotundo, cambia para aprobar los presupuestos… No deseo un país que juega al tute con quien siempre hace trampas en el juego.