Diario de Castilla y León

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NO es extraño encontrarse en estos tiempos con promesas de ayudas que acaban convirtiéndose en frustración para los destinatarios, porque la Administración no cumple los plazos o la ejecución del programa no se corresponde con la urgencia del anuncio. Lo estamos viendo estos días con el volcán en Canarias, donde ya hay afectados que se quejan de que el apoyo anunciado no acaba de llegar a pesar de que quienes se han visto desalojados de sus casas y han perdido sus negocios o sus empleos no están en situación de tener paciencia. Durante la pandemia también ocurrieron cosas parecidas y algunas de las subvenciones que se ofrecieron a los sectores más castigados se demostraron como de difícil acceso. Es cierto que se necesitan garantías cuando se trata de distribuir ayudas que salen de los bolsillos de todos los españoles. Pero también debe buscarse la eficacia y la eficiencia. La iniciativa de la Consejería de Turismo de Castilla y León de los bonos turísticos es digna de elogio, porque su fin es dinamizar un sector turístico que ha sido uno de los que más ha padecido las consecuencias económicas de la crisis sanitaria. Sin embargo, la ineficacia en la ejecución del programa le está restando interés. El hecho de que para solicitar el bono se tenga que recurrir exclusivamente a la vía de internet ya es una barrera para algunos, que se hace mucho más grande cuando se exige certificado digital o DNI electrónico. Conozco a unos cuantos que se han desanimado por ello. Si encima, los que han conseguido solicitarlo se enfrentan a retrasos en la puesta a disposición de los bonos y parece que no van a poder empezarse a usar ni para el puente de la Constitución, pues la eficacia de la medida se resiente. Un ejemplo contrario es el programa Soria Bonos del Ayuntamiento de Soria, con cuatro bonos por persona de cinco euros cada uno para todos los empadronados y 10.000 para no empadronados para gastar en comercios. Se pueden pedir fácilmente por internet, presencialmente, por teléfono o en el mismo establecimiento en que se hace la compra. Hay que disponer de teléfono móvil para recibir el bono mediante un código, pero para quien no lo tenga también se ofrece el papel. En definitiva, que todo debe hacerse con seguridad, pero el objetivo también tiene que ser facilitar, no entorpecer o hacer las cosas más difíciles de lo que son. Hay que desear que no pase esto último con la fiscalidad diferenciada para Soria, que a los empresarios y a la Junta de Castilla y León les parece relativamente sencillo y proponen fórmulas, pero el Gobierno central solo ve dificultades.

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