Vuelve el Renacimiento
UNA mera consulta al ordenador, mi diccionario infiltrado, e inmediatamente aparece el término renacimiento como la acción de renacer un ser vivo después de la muerte real o aparente. O sea, la recuperación de la fuerza, la energía o los ánimos de una persona o de la vigencia o importancia que una cosa había tenido en otro tiempo. Pero el Renacimiento fue también un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental durante los siglos XIV y XVI. Dicen que fue en Florencia donde se prendió la llama renacentista.
Aclarado esto, más o menos, entremos en la Tierra de Campos palentina en busca del Renacimiento. Hace unos meses que el Museo Territorial Campos del Renacimiento está abierto en cuatro villas palentinas. Resulta que este fenómeno cultural, con aires de Leonardo da Vinci, ha resucitado, renacido y recuperado la fuerza, la energía y los ánimos de los habitantes de Cisneros, Paredes de Nava, Becerril y Fuentes de Nava. De antiguo es sabido y contrastado el valor de sus templos, Santa María, Santa Eulalia, otra vez Santa María y San Pedro, junto a San Facundo y San Primitivo. Ahí están, en la Tierra de Campos de toda la vida. Pero ahora, con más interés, despertando la autoestima y poniendo un puntero en la pizarra de la vieja escuela. Jorge Manrique, Pedro y Alonso Berruguete, Inocencio, Alejo de Vahía y Giralte, entre otros muchos. El día que el común maneje estos personajes con cariño y cercanía, habremos descubierto nuestro mayor tesoro.
Y es que parece que los astros se han puesto de acuerdo y los viejos museos eclesiales de las cuatro villas terracampinas han renacido y nos han devuelto la importancia que tuvieron en otro tiempo. Hemos de mirar al cielo para percatarnos de la bellísima geometría de la carpintería de lo blanco, los artesonados.
Y también nos hemos vuelto a enorgullecer de los Berruguete y Alejo de Vahía, más vivos que nunca en Paredes y en Becerril. Por fin, un aplauso a la Diputación, a la Diócesis y a la Junta que, bajo el experimentado método de la Fundación de Las Edades, han conseguido que renaciera en esta parte de Palencia la autoestima. Y ya para siempre, porque el Renacimiento ha vuelto para quedarse. Me pregunto muchas veces qué más tenemos que hacer para darnos cuenta de que en estos proyectos culturales está una parte del futuro. Visita obligada. Y, ojo, que paso lista a los culturetas.