Marta, Dani y el tren de Renfe
GRACIAS a los Juegos Olímpicos todos los españoles han podido conocer a Marta Pérez, una soriana que ha hecho historia al colarse en la final de los 1.500. Batió su marca personal para llegar a las semifinales y volvió a rebajarla para llegar a la final, donde una vez más se superó y consiguió el mejor registro español en unas olimpiadas y el segundo de la historia de la prueba femenina en España. Marta es tal como se la pudo ver ayer en Televisión Española tras la final. «¡Ay qué maja Marta Pérez!», me comentaba una persona de fuera de Soria que la vio ayer por primera vez en la tele. En Soria es motivo de orgullo hace tiempo y ahora mucho más tras lo de Tokio. Ante las cámaras no olvidó a su Soria, aunque ahora por motivos de estudios –terminó Medicina y está haciendo un Máster, ya que el MIRlo tiene que aplazar para poder seguir entrenando y compitiendo– viva en Madrid. Empezó en La Barriada de la capital, un barrio humilde en sus orígenes, y no deja de ser todo un ejemplo para quienes desde una zona de España sometida tantas veces al olvido institucional buscan despuntar. Hay antecedentes de éxitos olímpicos en Soria, como el inolvidable de Fermín Cacho, y deportivos, como el del maratoniano campeón del mundo Abel Antón. En Soria –es fácil darse cuenta simplemente pasando unos días en la capital– se respira ambiente deportivo, pero no solo por la existencia de un centro de alto entrenamiento y promoción deportiva, los atletas destacados o los equipos de voleibol o balonmano que destacan en las competiciones nacionales, como hasta hace poco el fútbol, sino porque hay una cultura popular del deporte. El atletismo soriano tiene también hoy protagonismo en Tokio con Dani Mateo en el maratón. El atleta se pasó en 2019 a esta prueba y hoy en Sapporo será su cuarto maratón oficial. El segundo fue en el mundial de Doha, donde quedó décimo y se clasificó para Tokio. En el tercero, en Valencia, dejó su marca personal en 2:08:21, a solo dos minutos del vigente récord olímpico, aunque el favorito de hoy, el keniano Eliud Kipchoge, tiene el récord del mundo con 2:01:39. Soria vibrará con él y en su pueblo, Almazán, seguirán la prueba a través de una pantalla gigante. Marta y Dani son dos ejemplos de lo que pueden hacer las gentes que viven en el epicentro de la despoblación y que tienen el mismo espíritu en el mundo de la empresa o en cualquier otro campo. Pero sufren a diario cosas como las de ayer, cuando Renfe bajó del tren en Sigüenza a los viajeros que venían de Madrid y los metió en un autobús porque no tenía maquinista para llevar el tren a Soria. No es ni mucho menos la primera vez.