Diario de Castilla y León

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Lo de El Burgo de Osma sigue caliente. Al fin, el alcalde, Miguel Cobo, presentó su dimisión que se formalizará en un pleno a celebrar en los próximos diez días. Para sacar al regidor de su trinchera fue necesario que los socialistas con los que pactó cuando estaba en el PP abandonaran el equipo de gobierno y lo dejaran solo con el otro concejal no adscrito, haciendo que fuera insostenible el gobierno de dos concejales, los dos ex del PP, frente a nueve, cuatro del PSOE y cinco de la Plataforma del Pueblo Soriano (PPSO). Ahora no queda claro que el cabeza de lista socialista, Martín Navas, vaya a ser alcalde, porque necesita seis votos, pero solo tiene asegurados los suyos y el de Cobo (que ya ha dicho que no lo hace convencido, solo por cumplir su palabra). Le falta uno y el otro no adscrito dice que ya verá qué hace porque el pacto no le afecta, que fue algo personal entre Cobo y Navas, y que él va por libre. Así que habrá unos días más de entretenimiento en el seguimiento de la política municipal de la villa episcopal para ver si el alcalde es el socialista Navas o Antonio Pardo, hombre de mucho peso, en su día, en el PP y que se presentó por la PPSO en los últimos comicios. Los ganó, pero el PP soriano prefirió pactar con el PSOE antes que dejarle gobernar. Aunque luego, ya saben, el PP sí pacto en la Diputación y en el acuerdo figuraba la reversión de la situación en El Burgo para hacer alcalde a Pardo, pero Cobo se negó y, junto al otro concejal de su lista, dejó el PP, y sus responsabilidades de gobierno en la Diputación, aunque siguió apoyando al Gobierno. Ahora, lo curioso es que Cobo no descarta volver a presentarse con el PP. Eso dijo ayer, que queda a disposición de su antiguo partido por si quiere meterle en las listas. Hay que ser muy iluso para confiar en que un partido al que supuestamente dio la puñalada le perdone para hacerle candidato. Si fuera un galáctico, todavía, pero con él el partido pasó de la mayoría absoluta con siete concejales a solo dos, en un feudo popular de toda la vida, por donde pasea el ex presidente de la Junta Juan José Lucas. El hecho de que albergue esperanzas hace sospechar que alguien en el PP le ha hecho no sentirse fuera en ningún momento. Tal vez cumplió alguna orden. Hay quien dice que, ahora, que se ha quedado sin cargo podría retornar a la Junta de Gobierno de la Diputación y retomar alguna responsabilidad. Sería de traca, no solo por su traición, al menos sobre el papel, al PP, sino porque la norma contra el transfuguismo lo impide, aunque bueno, esa ley últimamente no ha sido demasiado respetada. Ya veremos, que como recuerda Cobo al hablar del asunto, hay un congreso del PP por medio, así que igual no es tan iluso y alguien le ha prometido algo. Lo dicho, sería de traca, pero de traca es la política en los últimos tiempos.

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