Diario de Castilla y León

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DURANTE una conversación informal en torno al problema de la despoblación o a cómo afrontar el reto demográfico, que es una forma más aséptica de referirse al asunto, un contertulio desaprensivo dijo que Soria aspiraba a convertirse en una especie de Gibraltar por sus propuestas de discriminación fiscal positiva. Nada más lejos de la realidad y la comparación resultó de lo más cruel e injusta.

Además, ahora resulta que Gibraltar ya no es o va a dejar de ser en breve un paraíso fiscal a ojos de la administración española, que ha llegado a un acuerdo con las autoridades británicas para que ni empresas ni particulares españoles puedan trasladar alegremente su domicilio fiscal al Peñón, como hacen los youtubers con Andorra.

Gibraltar tiene mucha menos población que Soria, unos 33.000 habitantes frente a 89.000, pero su densidad de población es de más de 5.000 habitantes por kilómetro cuadrado mientras en la provincia soriana no llega a 9 personas por kilómetro cuadrado. En estos momentos, si Soria aspira a parecerse algo a Gibraltar es en inmunidad frente al dichoso virus.

Los gibraltareños están casi todos vacunados y en Soria falta mucho para conseguir la inmunidad de grupo pero ha recorrido más camino en ese objetivo que cualquier otra provincia española e incluso de la Unión Europea. Alguna ventaja debía tener contar con poca población, aunque eso tampoco debe eclipsar el buen trabajo que se está haciendo en la provincia a la hora de vacunar, administrando con rapidez las dosis que llegan sin necesidad, por ahora, de montar vacunódromos.

Ha habido muchos fallos y persisten grandes carencias en la sanidad soriana, pero también se hacen cosas bien y hay que destacarlas, como la referida vacunación o los cribados y el rastreo en los contagios. En Soria ha recibido al menos una dosis de la vacuna más del 38% de la población de más de 16 años y cuentan con los dos pinchazos un 16%. Son cifras buenas que llevan al optimismo al gerente de Sacyl en Soria, Enrique Delgado, quien ayer dijo que «esto ya se acaba gracias a las vacunas».

Falta, sin embargo, todavía un buen trecho, porque la presión hospitalaria sigue siendo elevada y la incidencia es de las mayores de Castilla y León, pero si el ritmo de vacunación se mantiene o se incrementa si de verdad van a llegar partidas más grandes de vacunas, se acabará pronto. Sería bueno que Soria fuera la primera provincia española en tener un nivel de inmunización como el de Gibraltar y que así se viera con rapidez un ejemplo del efecto de las vacunas en un territorio que llegó a ser la zona cero de la pandemia.

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