Brindo por ti, Argentina
Tierra adentro
EN un lugar de Palencia, en pleno Camino de Santiago y a pocas leguas del yacimiento de La Tejada, –la hermana pobre de la Roma palentina– Eugenio Fontaneda insistió en que había que honrar a la familia del general San Martín. Y acertó. Tarde o temprano, deberíamos de honrarle también a él por ejercer un mecenazgo tan singular en esta tierra. Al tiempo.
Los orígenes del general están en la pequeña localidad de Cervatos de la Cueza. Y allí fue donde se rehabilitó una casita de adobe para convertirla en la Casa Museo del general San Martín, libertador de Argentina, Chile y Perú. No muy lejos, en Paredes de Nava, nació Gregoria Matorras, la madre del general. Pues bien, desde el pasado lunes ondea una nueva bandera de Argentina en el museo de Cervatos de la Cueza. La entrega de esta bandera supone mucho más que un pequeño acto más o menos oficial, pues es una llamada de atención a la importancia y a la interrelación de esta comunidad con las naciones americanas. El empuje del periodista argentino Adrián Cragnolini ha sido, esta vez, la espoleta. Una visita a Palencia y al museo del general San Martín le inspiró para organizar la entrega de una nueva bandera, más blanca y azul que la que se izaba, ya desgastada por el tiempo.
El caso es que Cervatos de la Cueza ha sido el punto informativo (ojalá fuese regional y nacional), al menos de los palentinos, esta semana. Cuenta con la suerte de poder abrir la puerta a argentinos, chilenos y peruanos en primer lugar; a americanos en general y a esos 800.000 hispanoamericanos que actualmente trabajan y viven en España, a muy corta distancia de Cervatos de la Cueza.
Inmaculada, la alcaldesa del tridente palentino (Roma, Santiago y América) no disimulaba su emoción porque, de esta manera, sus paisanos volvían a reafirmarse en el honor de haber sido el solar y la simiente del libertador de América. Por esas cosas que tiene la historia, el pobre general terminó mal, solo y lejos de su patria. Hoy, su nombre y su hazaña inspiran a gobiernos y emocionan a naciones. Y todo esto ocurre en el marco de una pandemia que sigue, pero cuando amaine el virus habrá que ir pensándose mucho más la agenda cultural, turística y de historia contemporánea para afianzar a Cervatos de la Cueza entre los destinos turísticos, como insiste Alberto Arija, periodista palentino residente en Buenos Aires y con el que hoy brindo por ti, Argentina.