Todavía es demasiado pronto
AL SERENO
Han pasado 26 días desde la declaración del estado de alarma por la epidemia del Covid-19 y ya estamos hablando en serio de desescalado , de aliviar las medidas más restrictivas y volver al 14 de marzo cuando todos éramos libres de pasear por las calles.
Lo peor del desescalado es que lo pongan en marcha como la cuarentena y que llegue tarde y mal o, en su caso, pronto y peor. Mucha prisa me parece que nos quieran dar el alta cuando no se nos ha pasado la fiebre de está epidemia, que es lo más grave que nos ha pasado desde la guerra civil.
Algunos pretenden darle el pase como aquel médico del seguro de antaño, con una pildorita y para casa. A currar. Y se equivocan . De verdad usted, al día siguiente de que le diga este Gobierno que ya puede salir de casa, se va ir al mercado o al bar y cuando paguen y le den las vueltas ¿no va a pensar si vienen con virus? ¿De verdad se va a montar en un ascensor lleno de desconocidos sin pensar que igual es demasiado pronto? Llámenme hipocondriaco, pero a mi me preocupa. Supongo que también a quien se tenga que subir este lunes al autobús de la fábrica para trabajar 8 horas de turno con docenas de compañeros y más a quienes, encima, tengan su puesto de trabajo en una empresa de esas con vestuarios y comedor.
Ya lo dice la consejera de Sanidad y no se cansa de repetirlo: «confinamiento social» . No sé ustedes, pero yo tengo en casa personas de esas que llaman colectivos de alto riesgo y todos tenemos mayores en la familia de qué preocuparnos y, por tanto, quiero que cuando puedan salir a la calle el peligro de contagio sea nulo. Por eso, y porque como soy de Burgos debo ser desconfiado , les confieso que no sólo me parece demasiado pronto para desescalar las medidas de confinamiento social y de la economía productiva sino que creo que es temerario plantearlo en el momento actual cuando la situación sanitaria no está ni controlada ni estabilizada. Ni siquiera en aquellos puntos del medio rural en los que no se ha detectado aún ningún caso estarían a salvo si se levanta la cuarentena.
Lo refrendaba ayer la consejera de Sanidad que temía que las zonas libres de virus fueran centro de atracción para visitantes autorizados o no que pudieran llevarlo consigo. Entiendo, también, que prolongar el confinamiento supone aplicar a la economía una presión que difícilmente soportará sin consecuencias. Pero ningún Gobierno estatal, autonómico o municipal puede negar que esta crisis económica se les haya presentado de improviso, como algunos argumentan que pasó con la sanitaria. Han tenido 25 días de confinamiento para salvar la economía mientras los demás nos sacrificábamos. Cumplan con su deber. Nos lo deben.