Diario de Castilla y León

Ricardo Gª Ureta

Vamos al sálvese quien pueda

COLUMNA OPINIÓN

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LA ÚNICA forma de que la respuesta ciudadana a la crisis del coronavirus se conduzca de forma sosegada y responsable con las directrices sanitarias es trabajando la información, combatiendo las dudas y bulos y ofreciendo certezas y normalidad. La falta de información es tan perniciosa como la desinformación pero la política de comunicación que se ha establecido dese comienzos de semana tras dispararse la cifra de ciudadanos contagiados ha desplegado un velo de oscurantismo que será muy contraproducente. Si la ciudadanía tiende a informarse poco y a través de cauces inadecuados y poco veraces como sin las redes sociales, estará expuesta a los bulos y las noticias falsas.

Lo ha comprobado tarde la Consejería de Sanidad, que ha tenido que salir a desmentir supuestas noticias que corrían por whatsapp alertando de cierre de colegios y universidades. Pero, con todo, no han escarmentado y aplican un régimen de silencio sobre la evolución del virus tan incomprensible como irresponsable. Se ha advertido a responsables sanitarios y administraciones públicas locales de que sólo debe existir una voz que prime ante la opinión pública, que corresponde únicamente a la comunidad autónoma. La misma que ha decidido cortar a la mitad las comunicaciones con el parte de afectados por el coronavirus.

Ahora, en vez de comunicar a los ciudadanos dos veces al día cuantas personas se han infectado en cada provincia se hace únicamente una vez, con lo que las cifras de casos positivos por el virus son mucho más abultadas y, sobre todo, desactualizadas. El apagón llega hasta el punto de que hay casos de vecinos a los que no se les informa de que en su mismo portal o planta hay personas o familias contagiadas o en sospecha y en proceso de comprobación. Imagínese el susto cuando se encuentra cualquier vecino a una persona desconocida con bata blanca en la escalera cargando con bolsas y contenedores para desechos biológicos.

Es lógico que se aísle a posibles casos en sus viviendas y que se tenga un control sanitario sobre ellos, pero también que se avise a la población para que tome sus precauciones. Cualquier ocultación es irresponsable y da pie al alarmismo desinformado, que es más recalcitrante que  cualquier otro. Insisto, la falta de información alimenta la inquietud ciudadana, que está presente, como hemos visto en el acopio de alimentos y artículos de limpieza que se está produciendo por parte de centenares de castellano leoneses que han vaciado estanterías enteras en los supermercados. Cuando uno no sabe a qué atenerse y las maniobras de las administraciones no le dan confianza, la serenidad salta por la ventana y empieza a buscarse la vida. Estamos a un paso del sálvese quien pueda.

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