En pocas palabras
PIEDRA DE TOQUE
LEÑA a discreción a la España vaciada. Esta parece ser la consigna del Gobierno Sánchez a falta de medidas humanas, justas, y adecuadas. Me imagino que ya lo saben de sobra los labradores, los ganaderos, y los industriales que viven de los productos del campo en Castilla y León, en Andalucía, en Extremadura, en Cantabria, en Castilla la Mancha, en Murcia, en Aragón, en Valencia. También lo sabe el resto de Comunidades que no cito por innecesario, y que refieren, en suma, el mapa de la despoblación y del abandono de la España rural por parte de estos políticos que okupan el poder.
Esto lo saben mejor que nadie, porque lo vivieron en sus propias carnes el miércoles pasado, los agricultores de Extremadura que, concentrados en Don Benito (Badajoz), sufrieron por parte del Ministro del Interior –ese juez convertido por este acto tan innoble en un político represor– golpiza con porras, con balas de goma, con persecución a destajo, con una actuación desproporcionada, y con una ignominia calculada.
Y digo esto último, sobre todo, porque la comparativa del cálculo es realmente ignominiosa. Si los agricultores extremeños hubieran sido catalanes, golpistas subvencionados, independentistas furibundos, asaltantes de calles con fuego real y adoquines como bombas, guerrilleros aberchales, y facinerosos condenados en firme, ese Ministro –o sea, el mismísimo Grande Marlaska–, hubiera sido con ellos obsequioso, hubiera mirado para otro lado, y hubiera dicho que la crispación la ejercen los vecinos de al lado.
Pero no. Los agricultores de Extremadura, en nombre de la España vaciada, se manifestaron por lo insostenible de sus vidas, por el abandono secular de la agricultura, por la falta de actuaciones justas en el mercado, y por las políticas demagógicas de un miserable abandono. Pues a todos estos, ni caso y leña al mono. Qué vergüenza.