La productividad por trabajador en Castilla y León se reduce en agricultura, industria y construcción
El dato global crece un 5,1% en 2023 hasta los 65.684 euros por ocupado y arrastrado por las actividades financieras y los tipos / CEOE reclama una revisión de las políticas económicas
Elevar la productividad constituye uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la economía de Castilla y León para ganar el futuro. Sin embargo, las cifras de VAB por ocupado de 2023 no son nada halagüeñas, cuando se produjo un descenso en agricultura, industria y construcción respecto a 2022. La productividad aparente global de la Comunidad, se elevó sin embargo un 5,1%, impulsada por las actividades financieras, disparadas por la subida de tipos. CEOE Castilla y León defendió que «es necesaria una revisión de las medidas de política económica, que permita incrementos de la productividad por ocupado y con ello mejoras del nivel de competitividad empresarial».
Un análisis sobre los datos de la Contabilidad Regional Trimestral que facilita la Junta de Castilla y León, revela que la productividad aparente más elevada se registró en 2023 en el sector industrial, con 95.641 euros por ocupado, pero la cifra refleja una merma del 1,1% respecto al dato de 2022. La reducción estuvo condicionada por la climatología y su impacto en la generación eléctrica, ya que la industria manufacturera elevó su productividad un uno por ciento, con 75.046 euros.
El sector primario, marcado por una pésima cosecha por la sequía, presentó una productividad el año pasado de 51.668 euros por trabajador, con una merma del 1,2% respecto a 2022; y la construcción, de 44.619 euros, un 1,5% menos que el año anterior.
Por el contrario, en el sector terciario, la productividad aparente creció un ocho por ciento, hasta los 62.972 euros. El dato llegó de la mano de las actividades financieras, disparados los volúmenes por el aumento de los tipos de interés del Banco Central Europeo contra al inflación, y de seguros, con 182.503 euros por ocupado, y un crecimiento del 19,6%.
Las actividades artísticas, recreativas y otros servicios, dispararon la cifra un 25,6%, con 48.536 euros; y también creció por encima de los dos dígitos, un 11,5%, la productividad en el comercio, transporte y hostelería, con 58.212 euros por ocupado. Además, aumentó un nueve por ciento en actividades profesionales, científicas y técnicas y un 6,6% en la administración pública, educación y sanidad, con valores de 32.483 y 54.417 euros, respectivamente. En el extremo opuestos, la productividad se redujo un 5,4% en información y comunicación, con 59.768 euros, y un 0,3% en actividades inmobiliarias, con 456.474.
Pese a esta mala evolución en 2023, cabe destacar que el dato de productividad aparente creció un 10,9%, en relación al de 2019, y pasó de los 59.224 euros por ocupado en el año previo a la crisis, a los 65.684 de 2023. Por sectores, destacó la industria, con un avance del 22%, hasta los 95.641 euros; seguida por la agricultura, con una subida del once por ciento y 51.668; y los servicios, donde se incrementó un 9,8%, hasta los 62.9672 euros. Por el contrario, la construcción siguió a la baja, con un merma del tres por ciento y 44.619 euros.
CEOE Castilla y León consideró «negativo todo dato que indique una caída de la productividad aparente, reflejo de un incremento menos intenso del valor añadido que del empleo». Los empresarios de la Comunidad, advirtieron de que este hecho, se une al incremento del peso en el PIB de la remuneración de los asalariados, y apuntaron a un aumento del 5,4% de los costes laborales unitarios, superiores en un 20 por ciento a los de finales del 2019. «Es necesaria una revisión de las medidas de política económica, que permita incrementos de la productividad por ocupado, y con ello mejoras del nivel de competitividad empresarial», agregaron, en declaraciones a Ical.