Caja Rural de Salamanca bate su récord de beneficios con 20,73 millones
Los delegados de la entidad validaron en la asamblea general las cifras y resultados del año pasado
Caja Rural de Salamanca celebró este viernes su asamblea general, como corresponde anualmente según sus estatutos, para dar cuenta a sus socios de los resultados obtenidos, así como de las acciones más representativas realizadas durante el año 2023, en una cita durante la que los delegados de las juntas preparatorias aprobaron las cuentas por unanimidad y respaldaron la gestión de la entidad financiera.
Además, durante la asamblea se renovaron la vicepresidencia y tres vocalías. Como nuevos consejeros, entraron José Carlos García Rubio, abulense licenciado en Biología, y Alba María Sánchez Bueno, licenciada en Derecho del municipio de Cantalapiedra, en sustitución de Isabel Hernández Rosas y César Lázaro Herrera.
Como presidente del Consejo Rector de la entidad, Ernesto Moronta Vicente, transmitió el “honor” de presidir la asamblea general de Caja Rural de Salamanca y afirmó que seguirá “comprometido con el desarrollo socio-económico de Ávila, Valladolid y Salamanca”, provincias donde la entidad tiene oficinas físicas, informa Ical.
Por su parte, Isabel Martín Arija, directora general de la entidad, hizo un repaso de los datos económicos, resaltando el beneficio neto de 20,78 millones de euros del ejercicio 2023, “el más alto en un siglo de historia”. El “consolidado crecimiento” se refleja en las magnitudes más importantes, con un volumen de negocio de 2.249 millones de euros, un crecimiento anual de un 7,08%. Además, la inversión crediticia supera los 682 millones de euros, con un incremento del 7,72$%, “muy por encima de la media del mercado, lo que demuestra el apoyo financiero que ha prestado Caja Rural tanto a las empresas, autónomos como a particulares”.
Los depósitos de la clientela superaron los 1.165 millones de euros, un 3,28% más respecto al año 2022, así que, según Martín Arija, “la solidez de la entidad ha servido de refugio a los ahorros principalmente de los particulares”. Todo ello, junto con una ratio de morosidad de un 2,02%, una ratio de cobertura de un 96,58% y una ratio de eficiencia de un 36,21% demuestran una entidad financiera “con una fortaleza y liquidez únicas”.
Además, la apuesta por la innovación y la banca digital sitúa a la entidad “a la vanguardia” en este terreno, aunque “su éxito se basa principalmente en su conocida y valorada banca de proximidad”, ofreciendo un servicio presencial en sus oficinas, “que no solo no las cierra, sino las abre”. De hecho, la cuota de mercado crece en 2023 en las tres provincias con oficinas físicas. “El modelo de banca cooperativa demuestra que cada vez más personas se identifican con él, convirtiéndose en referencia para nuevos clientes”, matizó la director general.
Dentro de su responsabilidad social, Caja Rural suscribió convenios y acuerdos de colaboración con “cientos” de asociaciones, fundaciones sin ánimo de lucro y cooperativas, llegando a diferentes colectivos para el fomento de actividades culturales, deportivas y sociales.
“En un mundo preocupado por la sostenibilidad, pocas son las empresas que lo hacen desde su origen. La entidad impulsa los factores ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza), así como los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y puede presumir de comercializar desde hace años productos sostenibles”, añadió.
“Reconocida por su vocación de servicio, su modelo de banca ética y su profesionalidad, Caja Rural de Salamanca impulsa un modelo financiero sólido para afrontar los desafíos del futuro en Castilla y León, apoya el crecimiento económico de sus territorios fomentando la cohesión social y la preservación del entorno”, finalizó.