SECTOR FORESTAL
Impulso a tres millones de hectáreas de monte en Castilla y León
La Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (Fafcyle) pone sobre el tapete soluciones a la complicada gestión forestal de una Comunidad con miles de propietarios de pequeñas parcelas que suma 11 millones de recintos Sigpac
La gestión de 3,3 millones de hectáreas de bosques de propiedad privada que hay en Castilla y León es vital para recuperar un recurso que fue esencial para los habitantes del medio rural en otros tiempo pero que ha pasado por décadas de olvido y, a veces, abandono.
Esencial, por un lado, y todo un reto, por otro, dada la distribución de la propiedad de los montes, a menudo divididos en pequeñas y muy numerosas parcelas. Con frecuencia, dar con los propietarios actuales de muchas de ellas supone toda una labor de investigación.
Es la realidad que puso sobre la mesa la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (Fafcyle) el pasado martes, durante un encuentro en Valladolid con el lema ‘ActivACCIÓN de la Gestión Forestal’ Resultados y nuevos retos, que contó con la participación de numerosos expertos del sector y técnicos de la Junta de Castilla y León. No en vano, la Junta impulsa en primera persona la gestión forestal de toda esa superficie de monte.
A través de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, promueve la gestión forestal sostenible en esos 3,3 millones de hectáreas con políticas transversales, tal y como recomendó la Carta de Valladolid en el I Congreso de la Propiedad Forestal Privada en España. Estas actuaciones incluyen medidas legales, fiscales y financieras como las subvenciones, promoción de agrupación de titulares, estudios de la propiedad, la comunicación social y el apoyo a los selvicultores a través de proyectos con Fafcyle, según informó el departamento del Ejecutivo autonómico con motivo de la celebración del encuentro en la capital vallisoletana.
«Activar la gestión forestal en los montes de gestión privada es fundamental como herramienta de creación de empleo, fijación de población rural, prevención de grandes incendios forestales y mitigación del cambio climático», apuntó la Consejería. «Pero la propiedad forestal se enfrenta a diversos problemas, como minifundios, baja o nula rentabilidad y desconocimiento de la propiedad, que dificultan la puesta en marcha de esas medidas de gestión».
En la jornada organizada por Facyle se presentaron las actuaciones que facilitan la agrupación de la propiedad, como Montes de Socios y otras experiencias; una nueva propuesta de fiscalidad que favorezca la inversión en la gestión forestal del monte privado; y las ayudas desarrolladas por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio dirigidas a fomentar la gestión forestal sostenible y ordenada de los montes privados.
La Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal tiene una serie de líneas de ayudas a los selvicultores que van desde la redacción de planes técnicos y de ordenación de montes a ayudas silvopastorales que faciliten la ganadería extensiva como herramienta de gestión del territorio. Desde que la Junta de Castilla y León asume las competencias en esta materia, en 1984, se han sucedido diversos tipos de ayudas dirigidas a recuperar superficie arbolada.
Destaca la Forestación de Tierras Agrarias a partir de 1993, con más de 200.000 hectáreas plantadas y alrededor de 400 millones de árboles gracias a las ayudas de la Política Agrícola Europea. «Se trata de un logro superior al de la mayor parte de los países de la Unión Europea», apuntó la misma fuente.
Otra de las ayudas más relevantes es el Programa de ayudas a la ganadería extensiva, que muestra la integración de las actividades agrarias y forestales en la Comunidad desde las dehesas hasta los piornales de Gredos o los escobonales de la Cordillera Cantábrica. Los desbroces mecanizados han reducido las quemas de matorral y el número de incendios forestales.
La línea de ayudas ‘Prevención de daños en los bosques’ ha servido para la realización de planes técnicos de gestión y el tratamiento selvícola de miles de hectáreas durante todos estos años, principalmente como prevención de incendios forestales.
Por otro lado, está prevista en noviembre la concesión de las ayudas destinadas a la mejora de la actividad resinera y de los pinares de Pinus pinaster, que se convocaron a cargo del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia.
Ya han comenzado las convocatorias del nuevo periodo de Programación de la PAC (PEPAC 2023-2027), como las ayudas para el fomento de plantaciones de especies con producciones forestales de alto valor (truferas, piñonero injertado, maderas nobles y castaño) publicada en febrero de 2024, con un presupuesto ampliado a 3 millones de euros, dado el elevado número de solicitudes.
Está prevista la convocatoria en breve de ayudas para la realización de Planes de Gestión Forestal (Proyectos de Ordenación y Planes Dasocráticos), lo que permitirá a los montes acceder a los sellos de certificación de gestión forestal sostenible y un mejor acceso a los mercados. En 2025 se convocarán de nuevo las líneas de Prevención de daños a los bosques (tratamientos selvícolas) y las ayudas Silvopastorales que tan buena acogida tuvieron en la última convocatoria con 68 millones de euros convocados.
TECNOLOGÍAS
Por primera vez, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio convocará en breve ayudas dentro del Plan Estratégico de la PAC (PEPAC) para inversiones en tecnologías forestales y en la transformación, movilización y comercialización de productos forestales. Además, la Consejería ha realizado un estudio sobre la situación de las explotaciones forestales en régimen privado de la Comunidad, atendiendo a su tamaño, número y distinta situación sociológica, que permitan tomar decisiones ajustadas a sus necesidades.
La intención de la Consejería es incentivar una gestión forestal sostenible continua de los bosques en Castilla y León para «consolidar un sector forestal productivo, competitivo en mercados internacionales y que mantenga el extraordinario patrimonio natural de nuestra Comunidad. Para ello, necesitamos desarrollar la colaboración público-privada, profesionalizar a los productores y alcanzar un tamaño adecuado de las explotaciones, mediante apoyo a las agrupaciones y las experiencias de concentración parcelaria», explicó el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz, en la inauguración del encuentro.
También fue elocuente la intervención del jefe del servicio de Promoción Forestal de la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal, David Villada, que analizó los resultados de las ayudas forestales de la Comunidad: «De las 9,4 millones de hectáreas que tiene la Comunidad, 5,1 millones de hectáreas son monte según la definición de la Ley de Montes», recordó.
«En la Carta de Valladolid, cuando nos reunimos en el primer Congreso de la Propiedad Forestal hace un poquito más de dos años, en octubre de 2022, se hizo un diagnóstico de la situación y se proponía una serie de soluciones. Soluciones que son complejas y difíciles y que implican a diferentes administraciones, tanto a las de la comunidad autónoma como a la nacional», expuso.
«A ese manemágnum de soluciones, la Junta de Castilla y León, desde hace mucho tiempo, da respuesta mediante las ayudas forestales», añadió Villada. «Tenemos ayudas para los planes de gestión forestal, esos proyectos de ordenación o planes dasocráticos; tenemos tres ayudas repobladoras, como son la forestación clásica; tenemos las plantaciones de especies con producciones forestales de alto valor, y tenemos la restauración de daños causadas a los bosques por incendios», enumeró.