La nueva ola de las marcas de calidad en Castilla y León

Hace tres décadas Castilla y León ‘puso el turbo’ en la consecución de marcas de calidad de sus productos agroalimentarios con las primeras Denominaciones de Origen, y hoy son 70 las figuras de calidad diferenciada que suma la Comunidad Autónoma. Por si fuera poco, otras ocho Indicaciones Geográficas Protegidas (IGPs) permanecen en diferentes fases de tramitación. De todas esas figuras de calidad, 38 son Denominaciones de Origen o Indicaciones Geográficas Protegidas con reconocimiento en toda la Unión Europea.

En los últimos días se han conocido nuevos pasos en la tramitación de cuatro marcas: la IGP Judión de La Granja, con la decisión favorable de Itacyl; el aceite del Valle del Tiétar, con la solicitud de registro publicada en el Bocyl; la Denominación de Origen Protegida (DOP) Pera del Bierzo, reconocida como Marca de Garantía (MG) en 2004, con la decisión favorable de Itacyl y la IGP Torrezno de Soria, con la protección de forma transitoria por parte de la Junta a la espera de que la Unión Europea realice su registro definitivo. Una quinta marca también acaba de salir a la palestra al haber concluido sus trámites, la MG Miel de Zamora, que en enero introducirá sus primeros productos en el mercado.

La promoción de los productos de calidad de la Comunidad es una de las actuaciones fundamentales que se promueven desde el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla yLeón (Itacyl). «La generación de valor de los productos vinculados al territorio, mediante el fomento de producciones de calidad, es un factor de crecimiento y desarrollo especialmente ligado a nuestro medio rural», explican desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.

Todas esas marcas de calidad disponen además de una palanca, una plataforma de lanzamiento como es la marca ‘Tierra de Sabor’, que aúna los productos agroalimentarios producidos en las nueve provincias, y que cuenta en la actualidad con cerca de 6.000 productos autorizados. Se trata de alimentos pertenecientes a todos los sectores, elaborados por casi 900 industrias, la mayor parte de ellas pymes y micropymes asentadas en el medio rural.

Ahora, la Comunidad aprieta de nuevo el acelerador para «incrementar el valor de estas figuras, denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas, que suponen una buena parte del sector agroalimentario de la Comunidad, y que afectan a más de 17.000 explotaciones y a más de 1.200 industrias alimentarias», apunta la misma fuente.

Uno de estos productos emblemáticos es el Judión de La Granja, cuya tramitación sigue adelante para lograr el reconocimiento como IGP, objetivo que se han marcado desde la Asociación Profesional de Productores de Judión de La Granja, compuesta por 28 operadores dedicados al cultivo y envasado de las cerca de cuatro toneladas que recogen anualmente.

La declaración prosigue ahora con el proceso de registro por parte de la Unión Europea, y una vez conseguida «permitirá la identificación de un producto con una reputación y características específicas, atribuidas tanto a su variedad como al origen geográfico, además de su protección contra el uso indebido de este nombre en productos no amparados por el registro, su imitación o cualquier otra práctica que pueda inducir a error al consumidor», explica la Consejería.

El Judión de La Granja presenta unas características organolépticas que le diferencia de otras judías y que le hacen muy demandado por los consumidores debido a su excepcional calidad culinaria. Esta calidad es el resultado de su elevada capacidad de absorción de agua y su comportamiento en cocción, destacando su suavidad y mantecosidad. Asimismo, se caracteriza por tener una forma arriñonada y por su gran tamaño, siendo el peso de 100 semillas igual o mayor a 240 gramos.

Territorio

Los judiones amparados por la Indicación Geográfica Protegida se cultivan únicamente en parcelas situadas en 37 municipios de la provincia de Segovia que ocupan la vertiente septentrional de la Sierra de Guadarrama, donde se dan altitudes comprendidas entre 1.000 y los 2.400 metros. Con su reconocimiento el producto podrá incorporar el distintivo de IGP en su etiquetado, ofreciendo la máxima garantía de calidad y origen del producto, poniendo en valor aún más su tradición y reputación, además de tener como efecto esperado un incremento del volumen de ventas y valorización en el mercado.

Por otro lado, el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicó el pasado 23 de octubre, a través de Itacyl, la solicitud del registro de DOP Aceite Valle del Tiétar, paso necesario para seguir adelante con este reconocimiento promovido por la Asociación de Olivareros del Sur de Ávila. Cuando culmine su tramitación, cuyo expedientes continúa ahora su andadura en la Comisión Europea, se convertirá en la primera DOP de la Comunidad en el ámbito del aceite.

Son seis las almazaras fundadoras y promotoras del proyecto DOP Aceite Valle de Tiétar, cuya producción media anual durante los últimos 11 años ha sido de más de 3.200 toneladas de aceituna y cerca de 462 toneladas de aceite. El producto que se pretende proteger es el Aceite de Oliva Virgen Extra obtenido del fruto del olivo exclusivamente mediante procedimientos mecánicos o por otros medios físicos que no produzcan alteración del aceite, conservando el sabor, aroma y características de las aceitunas de las que proceden.

El análisis organoléptico de este aceite, cuya zona de producción comprende un total de 24 municipios pertenecientes a la provincia de Ávila, «presenta un perfil sensorial con intensidades claramente perceptibles, destacando los frutados de aceituna sana y fresca, hierba, hoja, manzana, almendra y otras frutas», apuntan los promotores de la marca.

La Pera del Bierzo es otro de los productos alimentarios de la Comunidad que está un paso más cerca de subir un escalón dentro de las figuras de calidad, al pasar de ser MG, algo que logró en el año 2004, a DOP. La Junta, a través del Instituto Itacyl, publicó el pasado 23 de octubre en el Bocyl su decisión favorable a la solicitud de registro. Es otro proceso que continúa ahora su trámite en la Unión Europea, y ha sido promovido por la Asociación Berciana de Agricultores.

Se trata de uno de los cultivos con mayor crecimiento de la zona, llegando hasta las 493 hectáreas plantadas y más de 4.000 toneladas comercializadas en la actualidad, lo que se traduce en algo más de tres millones de euros en términos económicos. El producto que se pretende amparar bajo el paraguas de la DOP Pera del Bierzo es la variedad conferencia, destinada a consumo en fresco. «Destaca por su dureza y gran jugosidad en boca, presentando una sensación de consistencia al morder superior al resto de peras de otras zonas, además de un dulzor característico, debido a su alto contenido en azúcar y baja acidez. Todo ello gracias a los factores naturales específicos de la comarca del Bierzo, así como a la profesionalidad de los fruticultores», destacan los promotores.

Protección

El Torrezno de Soria, que también tramita en Europa su reconocimiento como IGP, ha recibido un espaldarazo por parte del Itacyl, que acaba de acceder a la petición realizada por la Asociación de Fabricantes del Torrezno de Soria y protege de forma transitoria y a nivel nacional la IGP de este producto soriano, a la espera de que la Comisión Europea realice su registro definitivo.

El Itacyl puede conceder, a petición de la agrupación o persona solicitante, la protección nacional transitoria para una figura de calidad (DOP o IGP), siempre que la Comisión Europea haya publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) –en este caso fue el 22 de julio de 2024– el documento único y la referencia de la publicación del pliego de condiciones para el inicio del procedimiento de oposición comunitario. A falta de oposición admisible, la Comisión registrará previsiblemente la IGP Torrezno de Soria antes de fin de año.

El Torrezno de Soria es un producto cárnico elaborado a partir de panceta fresca de cerdo blanco sometida a curación, de forma rectangular y estructura características formada por tres capas y, opcionalmente, una cuarta de magro en la parte superior, además de la piel, «conformando una proporción equilibrada y adecuada para su posterior fritura», apuntan los promotores.

La que ha terminado ya su tramitación, en forma de Marca de Garantía (MG) es la Miel de Zamora, único marchamo de mieles de calidad de Castilla y León, que comenzará a introducir sus productos en el mercado, previsiblemente, el próximo mes de enero. Tal y como explicó la Diputación zamorana, entidad promotora de la marca, a partir de ahora serán los propios apicultores los que deberán constituirse en asociación para comenzar la comercialización de Miel de Zamora bajo este marchamo de calidad, cuyo etiquetado representa un rosetón románico, con la bandera zamorana en una celda hexagonal, laureada por gotas de miel y flores de brezo, como planta más representativa.

El reglamento fue aprobado por el Itacyl, que ya la ha registrado. El marchamo Miel de Zamora unifica el método de trabajo y los protocolos de actuación, certificando así que todas las mieles que lleven el precinto de garantía comparten los mismos estándares de calidad.

La provincia de Zamora suma en torno a 600 explotaciones apícolas, 120 de las cuales son profesionales, cuyos titulares viven exclusivamente de la miel. Suman un total unas 44.000 colmenas, que se encuentran distribuidas por toda la provincia, pero fundamentalmente en el norte y en el oeste zamorano, en Aliste, Sanabria, La Carballeda, Tábara, Alba y Valles de Benavente.