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JOSÉ IGNACIO GARCÍA BARASOAIN | DIRECTOR TERRITORIAL DE AGROSEGURO 

«Ya rozamos los 80 millones de estimación de indemnizaciones en Castilla y León»

«La DANA que hemos sufrido confirma que el campo no tiene tregua y la realidad climática en la que estamos inmersos está siendo devastadora»

José Ignacio García Barasoain, director territorial de Agroseguro en Castilla.AGROSEGURO

Publicado por
Diario de Castilla y León | El Mundo
Valladolid

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El director territorial de Agroseguro en Castilla, José Ignacio García Barasoain, valora la incidencia de la meteorología y otros siniestros en los cultivos de la Comunidad.

Pregunta.– El año 2024 ha sido totalmente diferente a 2023.

Respuesta.– Pues la verdad es que diferente está siendo, pero lo que está claro es que el campo no está teniendo tregua alguna. La DANA que hemos sufrido estos días atrás lo confirma y es que la realidad climática en la que nos vemos inmersos está siendo devastadora. No solo por los daños que este fenómeno ha podido provocar en los cultivos, sino sobre todo por las pérdidas humanas que, además, en esta ocasión, se han producido. Nos han dejado a todos desolados y desde Agroseguro queremos trasladar a los familiares y amigos de las víctimas nuestro más sentido pésame y todo nuestro apoyo y cariño.

P.– Y ahora, ¿cuáles serían los pasos a seguir?

R.– Pues, ahora, lo primero es esperar a que termine la situación de emergencia, que la gente pueda recuperar (en la medida de lo posible) la normalidad del día a día y que el agua se retire de las explotaciones para que, primero, el agricultor y el ganadero puedan constatar los daños y después nos envíen las declaraciones de siniestro. Una vez que Agroseguro recibe los partes se realizan las valoraciones de los daños. En esta ocasión y dada la envergadura del siniestro, me consta que ya se están empezando a coordinar las evaluaciones de los daños para que, una vez que se pueda realizar todo el trabajo en campo, el abono de las indemnizaciones se haga con la mayor brevedad posible y así apoyar a los asegurados afectados y que puedan continuar lo antes posible con su labor.

P.– En el caso de Castilla y León, ¿cómo se prevé finalizar el año?

R.– Para nosotros, aunque la meteorología haya sido este año más razonable, ya rozamos los 80 millones de euros de estimación de indemnizaciones en Castilla y León, de los cuales más del 80% ya está abonado. Gan parte de las campañas agrícolas están cerradas, pero teniendo en cuenta que los siniestros pecuarios se producen a diario, el ejercicio podría cerrar en cerca de 90 millones de euros. Se trata de una cifra muy importante que refleja que los siniestros siguen ocurriendo en cada cosecha.

P.– Al haber llovido más este año, entiendo que los herbáceos no son los que acumulan las mayores indemnizaciones.

R.– Efectivamente, los cereales no son, en esta ocasión, los más afectados, sino que ha sido la uva de vino, que cerrará algo por encima de los 30 millones de euros. Y es que este año el viñedo se ha visto afectado por heladas graves y tardías que llegaron durante los meses de abril y mayo y que causaron daños en la uva de Burgos, Valladolid, Segovia… que finalmente suman más de 27 millones de euros. Los tres millones de euros restantes han sido responsabilidad del pedrisco. Afortunadamente, la actividad tormentosa ha sido más benévola para el viñedo. No hemos sufrido grandes borrascas que hayan causado daños generalizados, aunque donde descargaron con fuerza si provocaron otros 3 millones de euros en indemnizaciones.

P.– ¿Y qué tal este año el cereal?

R.– La previsión es finalizar el año con 23 millones de euros en indemnizaciones, una cifra importante, aunque nada tiene que ver con campañas anteriores. Durante esta campaña, las tormentas de pedrisco han sido responsables de daños por valor de 9 millones de euros, y es que, al descargar durante el verano, con la espiga seca, causaron daños importantes porque la rompen. Por otro lado, en algunas zonas del Norte y Este de Castilla y León también ha habido cierto déficit de precipitaciones que han provocado daños por valor de 6,7 millones de euros.

P.– Llama la atención que hablemos de 2024 como un año más benévolo y sin embargo con helada, pedrisco, sequía… es decir, un poco de todo.

R.– Sí, es verdad, hemos sufrido riesgos de todo tipo… Hay años en los que hay un evento o varios muy generalizados que arrasan con el campo como ocurrió en 2023 (sequía y fenómenos tormentosas importantes) y hay otros en los que vamos encadenando siniestros puntuales que poco a poco van engordando la cifra final de indemnizaciones. El gran reto es que esto es totalmente impredecible. Es imposible saber cuándo ni con qué intensidad se van a producir, ni, por supuesto, saber cuál va a ser este año el más relevante. Al final, este año ha sido de los de siniestros menos generalizados y más localizados, y la previsión de daños nos sitúa cerca de los 90 millones de euros en indemnizaciones. Las cifras de siniestralidad ya son siempre altas.

P.– ¿Preocupa la tendencia?

R.– Sí, sí nos preocupa. Llevamos casi 10 años en los que la siniestralidad siempre es elevada. Fíjate que estamos diciendo que 2024 está siendo un año más benévolo y, a nivel nacional, cerraremos, muy probablemente, por encima de los 750 millones de euros de siniestralidad. No son los más de 1.200 millones de 2023, pero sin duda será el segundo o tercer año de mayores indemnizaciones en la historia del seguro agrario.

P.– Hablamos siempre o al menos más habitualmente de seguros agrícolas, pero ¿qué cifras se manejan en los pecuarios?

R.– Actualmente las indemnizaciones se sitúan en 7,5 millones de euros, fundamentalmente vacuno, a los que habría que añadir otros 10 millones de euros que proceden de la línea de compensación por los gastos derivados de la retirada y destrucción de animales que mueren en las explotaciones. Pero estas cifras son provisionales ya que los siniestros en las explotaciones ganaderas suceden cada día, y todavía quedan dos meses para cerrar el año.

P.– ¿Se ha reconducido la situación de la recogida de animales muertos en algunas zonas?

R.– Ha mejorado, sí. Por un lado, la EHE ha tenido menor incidencia este año respecto a 2023. Además, el esfuerzo de ganaderos y organizaciones agrarias, administraciones públicas y Agroseguro (todos los implicados), unido al cambio de gestora en Salamanca, nos ha permitido reconducir la situación.

Para nosotros, la situación del año pasado fue muy tensa. Siempre nos esforzamos por ofrecer la mejor calidad de servicio, en este caso la labor que tenemos encomendada es la de recibir las declaraciones de siniestro y remitirlas a las empresas de recogida. Cuando vimos que, a continuación, la cadena de trabajo no se estaba desarrollando correctamente y sentimos la intranquilidad del ganadero, que, obviamente se comunicaba con Agroseguro, nos causó mucha preocupación. Ahora, es verdad que la situación es mejor, aun así, estamos pendientes para que donde se produzca un desajuste puntual, se pueda solventar lo antes posible.

P.– El seguro agrario está fuertemente apoyado por las administraciones públicas.

R.– Sí, la implicación es muy elevada. El sistema de seguros agrarios cuenta con la protección y el reaseguro del Consorcio de Compensación de Seguros, las ayudas a la financiación que realiza SAECA, y las subvenciones al coste de las pólizas que conceden el Ministerio de Agricultura y la Junta de Castilla y León, y que en 2023 supusieron un 51% de media. Es decir, los agricultores y ganaderos castellanoleoneses asumieron el otro 49% del coste del seguro.

P.– El otoño es un momento importante para asegurar algunos cultivos ¿verdad?

R.– Sí, además las pólizas que se contratan ahora son las que cuentan con las máximas coberturas del seguro agrario. Por ejemplo, en el caso de los cultivos herbáceos, del cereal de invierno, principal cultivo en Castilla y León, en otoño se contratan los módulos de aseguramiento que incluyen protección frente a la sequía, y que también incluyen la no implantación y la no nascencia, los daños por pedrisco, asurado, incendio o fauna, entre otros riesgos. Es decir, si aseguras ahora te permite contar con la protección del Sistema Español de Seguros Agrarios a lo largo de toda la campaña. Además, aquellos productores que renueven su póliza antes del 15 de noviembre contarán con una bonificación del 5%.

P.– ¿Y la uva de vino?

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R.– El seguro de uva de vino arranca el 1 de noviembre y se extiende hasta el 20 de diciembre. Igual que en el caso de los cultivos herbáceos, suscribir la póliza ahora garantiza la mayor protección posible, daños por helada, por pedrisco, tormentas…