GRANJAS CASTILLA Y LEÓN
Cada vez menos cerdos y reses bovinas en las granjas de Castilla y León
Tan solo las explotaciones de porcino en la provincia de Burgos logran mantener su cabaña con un tímido aumento interanual del 0,03%
Se trata de un problema generalizado, que afecta a todas las comunidades autónomas salvo excepciones muy puntuales. La cabaña ganadera de bovino y porcino se resiente y la de Castilla y León no es una excepción. En tan solo un año, el número de ejemplares en ambos subsectores ha caído. No en picado, desde luego, aunque salta a la vista que la inflación y otra serie de condicionantes que llevan tiempo sobre la mesa -con la PAC, en muchos casos, como telón de fondo- ayudan a comprender este fenómeno.
El mayor descenso se percibe, tomando como referencia el último informe del Ministerio de Agricultura correspondiente al pasado mes de mayo, en la ganadería bovina. De un año a otro, Castilla y León perdió más de 97.000 reses. Con algo más de 1,4 millones de animales, la disminución de reses rondó el 6,4%. Y si se compara con noviembre, la diferencia -también en negativo- se sitúa en el 1,1%.
La pérdida de activos, como decimos, se extiende prácticamente por todo el país. Tan solo Galicia, Cataluña, la Comunidad Valenciana y Extremadura resisten. En cualquier caso, Castilla y León sigue siendo el principal motor productivo al aportar en torno al 22% de la cabaña ganadera española.
Ante este panorama, el sacrificio de animales de aptitud cárnica también experimenta una considerable disminución. Hasta mayo del año pasado, se llevaron al matadero 405.899 ejemplares menores de 24 meses. En el mismo periodo del presente ejercicio, la cifra asciende a 310.532. Así las cosas, el descenso sería superior al 23%.
En lo que respecta a la cabaña porcina, también se constata un descenso. Menos pronunciado, eso sí, en comparación con el bovino. Apenas un 1,77% al pasar de 4,3 a 4,3 millones de cerdos. Mientras tanto, Aragón y Cataluña -principales productores del país y los únicos por encima de Castilla y León- afrontan una situación similar. Pese a todo, la ganadería regional experimentó un considerable repunte el pasado mes de noviembre, llegando a albergar más de 4,6 millones de animales en las granjas de la Comunidad.
En términos generales, el porcino pierde presencia salvo en Cantabria, donde este subsector es prácticamente testimonial con menos de un millar de cerdos; en Baleares, que se acerca a los 56.000; y en Andalucía, a la zaga de Castilla y León con cerca de dos millones y medio de ejemplares. Por contra, la Comunidad de Madrid sufre descalabro importante, el mayor de toda España sin lugar a dudas. Cierto es que en dicha región el porcino tiene una presencia bastante minoritaria, pero resulta chocante que, en este periodo temporal de análisis, haya perdido casi un 33% de su cabaña quedándose con poco más de 13.300 animales.
En clave autonómica, tan solo la ganadería burgalesa logró mantenerse estable con 473.566 ejemplares, lo que se traduce en un tímido incremento interanual del 0,03%. Entretanto, el resto de provincias han visto cómo su cabaña menguaba, en mayor o menor medida. En el caso de Segovia, el territorio con mayor nicho de mercado de la región al superar el millón de cerdos en sus granjas -lo que viene a ser una cuarta parte del total-, el descenso fue del 2,3%.