UPA-Coag pide un rescate por la «situación límite» de los cerealistas al sur del Duero

La Alianza UPA-Coag pide un plan de rescate urgente para los cerealistas del sur del Duero, dados los malos rendimientos de los cultivos en una extensa zona que abarca las provincias de Ávila, Segovia y Salamanca –excepto cuatro municipios de La Armuña– y las zonas más meridionales de Valladolid y Zamora. Una gran extensión con bajas producciones, de entre 1.500 y 3.000 kilos por hectárea, a las que se une los bajos precios que las lonjas marcan por el grano, que llegan a ser 40 euros menores por tonelada de lo que se está pagando en los puertos por el que llega de otros países.

Los almacenistas y otros eslabones de la cadena «están haciendo su agosto a base de especulación», denunció este jueves, en respuesta a este periódico, el secretario general de UPA Castilla y León y coodinador de la Alianza UPA-Coag, Aurelio González. Una denuncia la que une el incumplimiento de la Ley de la Cadena y la «inacción» del Defensor de la Cadena Alimentaria, Alfredo Blanco, a quien «ya se ha comunicado la situación desde hace tiempo, pero no está haciendo nada», ante el pago por parte de la industria de un precio «que no cubre los costes de producción».

González remarca que para estos agricultores al sur del Duero la situación «es aún peor que con la sequía del año pasado», ya que aunque la producción no llegó ni a los 1.500 kilos la hectárea, se pudieron suplir las pérdidas con la subvención excepcional del Estado, las indemnizaciones de los seguros y un precio en las lonjas que, por ejemplo, alcanzaba los 265 euros la tonelada el 7 de agosto de 2023. «Ahora la producción no llega a ser tan baja como para que la indemnice el seguro, no hay una ayuda excepcional por sequía y  los precios bajan por culpa de la especulación», lamenta el representante de la organización agraria.

La Alianza ha enviado un comunicado en el que pone de manifiesto la «situación límite» de los cerealistas al sur del Duero «con ingresos medios de unos 200 euros/tonelada». Una cotización con la que, unida a las bajas producciones, «miles de agricultores de Castilla y León ni siquiera cubrirán los costes de producción». Según las estimaciones de la organización agraria, toda explotación con un rendimiento por debajo de los 4.000 kilos la hectárea no cubriría esa inversión, «por lo que se están incumpliendo las directrices que marca la actual Ley de Cadena Alimentaria», remarca.

«Nuestra organización define como extremadamente delicada la situación de los agricultores en toda la provincia de Ávila, Segovia, Salamanca, excepto tres o cuatro municipios de La Armuña, y las zonas más al sur tanto de Valladolid como de Zamora», apunta. «Ante esta situación, que se suma al desastre absoluto de las dos últimas campañas, la Alianza UPA-Coag exige a las administraciones, Junta de Castilla y León y Ministerio de Agricultura, que pongan en marcha de forma urgente un Plan de Rescate Excepcional en forma de ayudas para amortiguar, en parte, la ruina económica de una cosecha que puede ser la puntilla para muchos profesionales», demanda.

A juicio de la Opa urgen medidas de choque como ayudas directas, financiación a coste cero, aplazamiento de préstamos y exenciones fiscales, entre otras, «para que los agricultores de estas provincias puedan afrontar una situación extremadamente delicada con apenas ingresos y con unos costes de producción ruinosos».

Por otro lado, la organización «exige a las autoridades que investiguen lo que está ocurriendo a día de hoy en nuestra región, donde el cereal importado, en este caso trigo, y con entrada en los puertos españoles se está pagando a 230 euros por tonelada, y si embargo el trigo de nuestra comunidad autónoma tiene un valor en las lonjas regionales entre 205 y 210 euros por tonelada, produciéndose una vez más una vergonzosa especulación alrededor del cereal, cuyas prácticas deben ser, no solo investigadas, sino sancionadas», concluye.