Agricultura
Castilla y León estima una cosecha de cereal de 6,38 millones de toneladas, un 89% más
El consejero de Agricultura coincide con las Opas en solicitar un cambio de estrategia de seguros agrarios y un freno para limitar la entrada de grano de terceros países
Arranca la cosecha con buenas perspectivas de producción, sobre todo comparada con la anterior, muy reducida por causa de la sequía. La producción de cereal de invierno para Castilla y León en la cosecha de este año se estima en 6,38 millones de toneladas, un 89% más que el año pasado. La cifra permite calificar esta cosecha como «buena», según palabras del consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, ayer en Fontiveros (Ávila).
Este año la superficie de siembra es muy similar a la de 2023, en torno a 1,62 millones de hectáreas, una vez descontada la superficie que se ha segado para verde, para forraje, «es aproximadamente un 10% inferior a la media de los últimos cinco años, fundamentalmente por los cambios de la Política Agraria y los ecoregímenes», subrayó el consejero, quien apuntó que «la producción media para Castilla y León se estima en 3.900 kilos por hectárea, que es aproximadamente un 88% superior a la del pasado año».
Según Dueñas, «son sobre todo Burgos, Valladolid y Palencia las tres provincias con mayor peso regional, del 60% del peso a nivel de producción», explicó en declaraciones que recogió Ical, y apuntó por ello que «la dinámica de este año es positiva. El sector va haciendo más siembras de trigo y menos de cebada, y este año han subido, sobre todo, los cultivos minoritarios, la avena, el centeno y el triticale, y algo que parecía, en un principio, bueno al cien por cien, se viene torciendo en las últimas semanas como consecuencia de la bajada importante de precios que está teniendo el cereal».
El responsable autonómico de Agricultura comentó que la semana pasada le trasladó al ministro, en la Sectorial, «la necesidad de cambiar la estrategia de seguros agrarios para que de alguna forma se universalice y de verdad el sector haga seguros». Pero también que «haya algún tipo de freno de emergencia o alguna política arancelaria para limitar la entrada de cereales de terceros países».
En el caso de que tengan que entrar, como es el caso de Ucrania, «que podamos pedir ese fondo de crisis para ayudar a nuestro sector y también que estudie políticas fiscales, un año como este, acordes a la necesidad del sector, ya que los insumos se han mantenido muy altos, pues que de alguna forma siga compensando y gasóleo como ha venido haciendo estos años atrás de la crisis», indicó Dueñas, que estuvo acompañado por su viceconsejero, Pedro Medina, y por todos los directores generales de su Consejería, además de por los responsables regionales de las organizaciones profesionales agrarias.
El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, aseguró que el año agrario «ha sido complicado», pues «los costes de producción han sido muy caros». «Castilla y León ha sembrado alrededor de 2 millones de hectáreas y este año, como el anterior, sobrepasamos poco los 1,6 millones de hectáreas de cereal, y sembrar en esta Comunidad una hectárea de cereal viene a tener unos costes de 700 euros por hectárea».
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Según Dujo, una de las provincias más perjudicadas con menor cosecha es Ávila, con «una producción media-baja respecto a lo deseado por el agricultor», y añadió que «los 6 millones de toneladas de cereal previstos en Castilla y León suponen el 40 por ciento de la producción nacional en cuanto a cereales». Además, el responsable regional de Asaja reiteró su petición de «no ser los agricultores los paganos de la guerra de Ucrania», pues «las excesivas importaciones que España está haciendo de ese cereal sin ningún tipo de arancel está provocando la ruina de la agricultura y la ganadería».
Por su parte el coordinador regional de la Alianza UPA-COAG, Lorenzo Rivera, aseguró que “tenemos unos precios ruinosos , con la cebada por debajo de los 190 euros y el trigo, en torno a los 200, lo que quiere decir que estamos 70 euros por tonelada por debajo de lo que necesitamos para cubrir los costes de producción”.
Rivera también se mostró de acuerdo con establecer aranceles a terceros países o “compensar a los agricultores por los precios ruinosos que tenemos, como se ha hecho en otros países de la Unión Europea como Polonia, Hungría, Rumanía o Eslovaquia que sí tuvieron ayudas ya en 2023”. Y es que, según comentó, “en un año como éste, con una cosecha normal, podemos perder alrededor de 500 millones de euros solo en la diferencia de precio de los 200 a los 260 euros que tenía que compensar los costes de producción”.
Y por UCCL, su responsable regional, Jesús Manuel González Palacín, hizo hincapié en “es un año de buena cosecha, pero con unos precios bajísimos que para muchos agricultores supondrá cubrir justo los costes de producción”. Por ello piden “que se revise el acuerdo con Ucrania, que ahora mismo impide que a ciertos cereales se les puedan aplicar aranceles, porque “está perjudicando a nuestros agricultores” y que, ante la revisión de la PAC, “empezar ya a hablar con la Administración para definir esa reforma para que las ayudas se dirijan a los agricultores a nivel principal”. Además, reclamó “ayudas más generosas para aquellas zonas donde los seguros no son atractivos”.