«A la hora de plantar lo más importante es analizar el suelo y tener claro lo que buscas»
Ángel Luis Margüello acaba de plantar en la Ribera del Duero 15 hectáreas de Tempranillo y es un experto en la materia
Superadas las lluvias de la Semana Santa y aprovechando el impasse que ha dado estos días, Ángel Luis Margüello, ha comenzado a plantar en la Ribera del Duero 15 hectáreas de Tempranillo, con algo de Merlot y Malbec, que se sumarán a las 17 que ya plantó en el año 2022. Además tiene en la denominación de Origen Rueda otras 23 hectáreas de Verdejo y Viognier para la elaboración de vinos blancos.
En plena Ribera del Duero sus viñas están a 925 metros de altura, una elección pensada. «Antiguamente estas zonas se evitaban porque había problemas con la maduración, pero ahora ofrecen un equilibrio estupendo, con una acidez y PH que nos permitirán elaborar vinos de altísima calidad en el futuro», sostiene convencido de que el cambio climático está cambiando las reglas. «Los que vivimos a pie de campo lo tenemos claro: el cambio climático lo está cambiando todo y mucho del viñedo plantado hace años, en las mejores condiciones de aquellos momentos, han pasado a ser cepas complicadas porque el clima ya no es que el que era».
Ángel Luis sabe muy bien de lo que habla. Aunque es enólogo siempre ha estado vinculado al viñedo y al terruño. En los años 90 tuvo la oportunidad de recorrer la Ribera del Duero analizando los distintos perfiles de uva y sus matices de aroma y gusto. «Aunque la Denominación de Origen Ribera es una zona pequeña hay mucha variedad».
En la siguiente década llevó a cabo, con la bodega con la que trabajaba, la plantación de casi 350 hectáreas. «Ahí tuve en cuenta toda la experiencia previa así como el trabajo que llevé a cabo sobre ecotipos recogidos de diferentes zonas de la Ribera, para adaptarnos a los suelos que teníamos», relata a sabiendas de que entonces en los viveros no había esa selección clonal que hay ahora, pues se potenciaba la producción frente al potencial organoléptico.
Desde hace 16 años tiene un proyecto propio de bodega bajo el nombre Bodegas El Inicio. «A la hora de plantar lo más importante es analizar el suelo y tener claro lo que buscas».
En su opinión de experto, con el cambio climático apretando, analizar el suelo es vital para elegir los clones más adecuados. «El suelo es un factor crítico», advierte. Afortunadamente en la Ribera del Duero los viticultores cuentan ahora con un ‘as en la manga’ que antes no existía. «Hoy en día contamos con más experiencia y sobre todo, con datos históricos de rendimientos, calidades y demás de las plantaciones existentes y eso ayuda mucho a la hora de tomar decisiones certeras».
Así, para plantar lo primero que hay que hacer es analizar el terreno donde se asentará la viña. «Cada parcela es diferente, aunque estén juntas. Incluso dentro de una misma parcela podemos tener diferentes tipos de suelo. Además hay que tener en cuenta la altitud y la latitud a la que nos encontramos, porque también va a ser un factor decisivo en la elección del clon más adecuado».
La segunda pregunta que debe responde el viticultor antes de lanzarse a una plantación es tener claro el objetivo. «Si quieres producciones altas no es lo mismo que si buscas un clon menos productivo pero de mayor calidad», subraya sin olvidar la elección de un buen vivero, «que es también fundamental». «Siempre vamos a tener marras, fallos de plantas que no prosperan, que al año siguiente vamos a tener que replantar y por tanto, minimizar esto, también es muy importante», señala.
Pero ¿Por qué planta ahora en abril? Según explica, la plantación debe realizarse en los meses en los que no haya riesgo de heladas pero también cuando no haya excesivas lluvias ya que las máquinas deben poder trabajar en el campo. «No tiene por qué ser en abril, pero sí hay que estar muy pendientes de las predicciones del tiempo y tener todo preparado para buscar el momento oportuno».
Y es que, a la hora de plantar el mayor riesgo llega con la climatología. «La cepa recién plantada es como un bebé, cualquier incidencia le afecta mucho más que a una planta adulta».
Junto a la meteorología, la fauna constituye una gran amenaza. «Los que más daño hacen son los conejos y corzos que buscan estos cultivos porque la cepa está tierna y sabrosa».
Para evitar conejos lo mejor es poner protectores de planta, pero la solución no vale para unos corzos que acaban con todo. «Hay muchos viticultores que están apostando ya por vallar el perímetro entero».
Última pregunta. ¿A la hora de plantar hay algún truco para garantizar la viabilidad de la planta? «No hay mucho secreto en esto. La realidad de una buena plantación la marcan los factores comentados: suelo, altitud, orientación, entorno y por supuesto, suerte. La experiencia siempre ayuda pero en el campo, nada está garantizado».