Nufri diversifica las manzanas con viñedos y fincas truferas

La empresa hortofrutícola Nufri cuenta ya con la autorización de la concesión de aguas superficiales de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para satisfacer las necesidades hídricas de su finca de La Rasa, de 1.026 hectáreas, a 870 metros de altitud. Y es que además de los manzanos, Nufri está diversificando en la producción agraria con la apuesta por el viñedo y las encinas truferas, dos sectores en auge en los últimos años. 

Precisamente el pasado 5 de febrero la CHD resolvía favorablemente acerca de la modificación que solicitó la compañía catalana hace un año, y le concede un volumen máximo anual de 4.069.719,82 metros cúbicos y un caudal máximo instantáneo de 2.773,7 litros por segundo, además de un caudal medio equivalente de 392,litros por segundo con destino a riego, de acuerdo con la Ley de Aguas de 2001 y con el vigente Reglamento de Dominio Público.

El organismo de cuenca autoriza esta concesión por un plazo de 50 años desde la recepción de la resolución de modificación de características de fecha 1 de septiembre de 2015. Y es que la finca de La Rasa se encuentra cultivada al cien por cien de acuerdo al plan que proyectó la firma catalana. Un trabajo que realizó a lo largo de más de una década y por ello necesitaba modificar las características de la concesión de aprovechamiento de aguas superficiales con el que contaba desde el inicio de los cultivos.

Con esta modificación se pretende instalar un sistema de micro aspersión para proteger de las heladas en 739 hectáreas de cultivos de manzanas, para lo que se requería aumentar el caudal máximo instantáneo hasta los 2.773 litros por segundo gracias al uso de siete electrobombas verticales con una potencia de bomba de 464 CV y una potencia de motor de 480 CV.

La empresa presentó ante la Confederación un proyecto en el que planteaba las obras necesarias para llevar a cabo la captación de agua en el cauce del Duero que necesita para sus cultivos. Esta toma se hará entre las localidades de Gormaz y San Esteban, en un tramo que no está comprendido dentro del LIC Riberas del río Duero.

Cabe recordar que la solicitud de Nufri a la Confederación está dirigida para abastecer las necesidades de riego de sus 1.026 hectáreas, de las que 739 corresponden a los cultivos de manzanos, 62 de viñedo y 225 de encinas. Los manzanos se encuentran ubicados en el término municipal de El Burgo y San Esteban, el viñedo, en San Esteban y las encinas, en El Burgo. 

Lo cierto es que desde su implantación en La Rasa, Nufri ha contado con plantación de viñedo, pero como cultivo minoritario comparado con su producción principal que son las manzanas. Una producción de uva que vende a diversas bodegas.

De igual modo ocurre con las encinas truferas, que ocupan una superficie de 225 hectáreas, si bien es una cifra relevante teniendo en cuenta que en Soria se registran unas 2.000 hectáreas de fincas de regadío dedicadas al cultivo de la trufa, un sector en auge en los últimos años.

Para seleccionar, clasificar y envasar la fruta la empresa cuenta desde hace ya unos años con una moderna central hortofrutícola con gran capacidad para el almacenaje de las toneladas de las diferentes variedades de manzanas que produce.

Y ahora Nufri se encuentra inmersa en un proyecto de ampliación de instalaciones en el que está invirtiendo cuatro millones de euros en la construcción de una nave y su equipamiento para aumentar su capacidad de almacenamiento para 5.000 toneladas más de las 36.000 que tiene en la actualidad. El Ayuntamiento burgense concedió a principios del año pasado la licencia de obras para la obra.

Una actividad que se traducirá no solo en el mantenimiento de los puestos de trabajo, sino en la generación de nuevos empleos y en el desarrollo económico y social del municipio y la comarca en la que se asienta, lo que indudablemente ayudará a fijar población en el medio rural, que es un objetivo prioritario de la Comunidad.

En este sentido, cabe señalar que Nufri cuenta en La Rasa con unos 200 empleados que están en estructura más el personal de campaña, que fluctúa según los meses y los años y que puede llegar a superar los 500 trabajadores, más del doble de la plantilla habitual.