El ICE y Sodical dan impulso a la palentina de fertilizantes Rooteco
Las dos entidades públicas de Castilla y León financian a la ‘sartup’ biotecnológica para lanzar sus productos al mercado español / Su alto componente de I+D mejora el rendimiento sostenible
Dos entidades públicas de Castilla y León se alían para financiar la I+D de una empresa biotecnológica afincada en Palencia. Así lo ha explicado Rooteco , una startup agrotech con un alto componente de I+D . La compañía ha lanzado sus biofertilizantes y bioestimulantes al mercado español, donde prevé consolidarse este año.
La startup biotecnológica Rooteco ha captado 300.000 euros de financiación en una ‘ronda seed’ (así se denomina una ‘ronda semilla’, fase inicial de captación de financiación por parte de una startup para desarrollar un producto mínimo viable). En esa ronda han participado el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICE) y Sodical Instituto Financiero de Castilla y León .
Según explicaron desde la compañía tras el encuentro, Rooteco nació en Palencia con el objetivo de mejorar la productividad y rendimiento agrícola de una forma sostenible con el medio ambiente. La compañía agrotech produce y vende biofertilizantes y bioestimulantes a grandes operadores agrícolas como fabricantes, asociaciones y cooperativas, que proveen en última instancia a agricultores y propietarios de terrenos.
«Recientemente, Rooteco ha lanzado sus productos agrícolas al mercado español, donde espera consolidarse este 2023», explicó la misma fuente. «Su objetivo es expandirse por Europa en 2024 y a nivel internacional en 2025. Para impulsar este crecimiento del negocio, Rooteco abrirá una ronda serie A en este mismo mes, febrero de 2023».
«La mayoría de los agricultores recurren al uso de fertilizantes químicos para combatir el estrés habitual de los cultivos y mantener así su productividad. Sin embargo, estos productos provocan contaminación del suelo a largo plazo, lo que acaba comportando aún más estrés y pérdida de productividad, que a su vez se vuelve a combatir con más químicos para recuperar la productividad a corto plazo», apuntan desde Rooteco. «Este círculo resulta insostenible a nivel agrícola, medioambiental y económico» , según la visión de la compañía.
SOLUCIONES
Para solucionar este problema, Rooteco selecciona, aísla, multiplica y comercializa microorganismos registrados como biofertilizantes o bioestimulantes, creados a partir de un I+D propio y una tecnología pionera que le permite obtener cepas de máxima eficiencia.
El fundador y director gerente de Rooteco, David Villagrá, explica: «Gracias a nuestro trabajo de investigación y desarrollo (I+D) hemos podido obtener cepas propias y altamente eficientes de los sitios más recónditos de la geografía mundial. No podemos decir que hemos inventado la rueda, pero sí que tenemos nuestra propia rueda, y este es el factor diferencial».
Gracias a este alto componente tecnológico, la compañía ha sido galardonada con varias distinciones en su primer año de actividad: Premio Surcos a la Innovación por Castilla León TV, premio a la empresa más innovadora por El Mundo de Castilla y León, y Premio a la Innovación, Calidad e I+D por la Cámara de Comercio de Palencia.
Rooteco es una startup (compañía emergente) biotecnológica, fundada en 2019 por David Villagrá, Jaime Olaizola y Sandra González. La pandemia global provocada por el Covid-19 ralentizó el desarrollo del producto, que culminó en 2022. Ahora, Rooteco ha lanzado sus productos biofertilizantes y bioestimulantes al mercado español «con la misión de mejorar la productividad y rendimiento agrícola de una forma sostenible con el medio ambiente».
Rooteco es pionera en investigación y desarrollo de soluciones forestales y agrícolas basadas en microorganismos y fruto de estas investigaciones vanguardistas hoy en día desarrolla el cultivo de la micorriza in-vivo y otros microorganismos in-vitro. Su labor de I+D se centra fundamentalmente en la investigación de tres microorganismos, las microrrizas, las rizobacterias y las trichodermas.
Las micorrizas, explica la compañía, son un tipo de asociación que se establece entre ciertos hongos del suelo y las raíces de la mayoría de las plantas cultivadas. Es una relación simbiótica mutualista, ya que tanto los hongos como las plantas que los hospedan se benefician.
Entre los efectos más importantes de las micorrizas destacan la mejora de la estructura del suelo, formando agregados estables que frenan la erosión y el aumento de la superficie de absorción de la raíz, aumentando su capacidad de captación de nutrientes y agua.
Las rizobacterias son un tipo de bacterias de la rizosfera que promueve el crecimiento de las plantas . Las plantas que se benefician con la acción de estos microorganismos son todas aquellas que crezcan en suelos donde existan o donde se hayan inoculado de forma artificial las rizobacterias. Producen reguladores del crecimiento vegetal (fitohormonas, vitaminas del complejo B), fijan nitrógeno atmosférico, solubilizan fósforo y desbloquean nutrientes.
Por último, las trichodermas son un fungicida ecológico que controla los hongos de suelo que atacan las raíces y el cuello de las plantas. Su acción es principalmente preventiva. También se ha demostrado que el trichodermas actúa como bioestimulante de la planta pues promueve un desarrollo radicular más intenso. Por ella, las plantas asimilan mejor ciertos nutrientes como fósforo y microelementos presentes en el suelo.