Diario de Castilla y León

Gabriel Villamayor (Itacyl): «Este año estamos aprendiendo lo que es el asurado»

Los Campos de Ensayo de Caja Rural para probar nuevas variedades de semillas en Burgos muestran el impacto de la ola de calor

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Publicado por
D.S.M.
Valladolid

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Los efectos del cambio climático son cada vez más palpables en el campo castellanoleonés. El invierno más suave de lo habitual, las heladas a posteriori, la escasez de precipitaciones en primavera y la reciente ola de calor han impactado de lleno en la campaña agrícola y los Campos de Ensayo de la Fundación Caja Rural de Burgos y el Instituto Tecnológico Agrario (Itacyl) dan fe de ello. Lo bueno, dentro de lo que cabe, es que «este año estamos aprendiendo lo que es el asurado», comenta el responsable del Plan de Experimentación Agraria del ente autonómico, Gabriel Villamayor, al analizar los resultados en las parcelas de Cerratón de Juarros, Fresnillo de las Dueñas y Zael. 

¿Qué es el asurado? Básicamente, así es como se denomina a los golpes de calor que sufren los cereales «cuando el grano está formándose». Según detalla Villamayor, «la genética normalmente está hecha para que se forme el grano a finales de abril». Sin embargo, las inusual climatología de enero y febrero retrasó el proceso y las altas temperaturas de mayo impactaron de pleno sobre los cultivos. 

En el caso de Zael, por ejemplo, el campo de ensayo fue «arrasado» y «de los trigos no hay ninguno que se haya salvado». Por suerte, en el resto de parcelas «sí tenemos referencias de variedades que han aguantado mejor». Es el caso de Fresnillo, donde los cereales «se adaptan mejor a las condiciones de sequía». 

Como en años anteriores, los Campos de Ensayo de la Fundación Caja Rural en colaboración con el Itacyl se encuadran dentro de la red experimental del Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos (Genvce) que se desarrolla en 10 comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León. A través de estos ensayos, se prueban distintas variedades, inscritas en registros europeos, y se comparan con los mismos testigos. 

En paralelo, las parcelas seleccionadas por Caja Rural y el Itacyl en las comarcas burgalesas de La Bureba,Arlanza yRibera del Duero constituyen un inmejorable campo de pruebas para aquellas variedades de «valor agronómico» que todavía no están registradas. «Muchas de ellas no van a llegar ni siquiera al mercado porque no reúnen las condiciones», expone Villamayor tras precisar que «tienen que superar a los testigos», entre ellos ‘pesos pesados’ como Camargo, Chambo, Filon o Marcopolo. 

Gracias a estos ensayos sobre el terreno que los agricultores pueden observar in situ en cualquier momento -la visita guiada con Villamayor y el responsable del Servicio Agrario de la Fundación Caja Rural de Burgos,Javier Leal, se llevó a cabo el pasado 21 de junio-, se puede apreciar con bastante precisión «cómo viene el futuro». Y lo mismo ocurre con las pruebas que se realizan al seleccionar las 14 variedades más sembradas de trigo, e idéntico número para las de cebada, para «ver cómo se adaptan a las tres localidades». 

No cabe duda de que los profesionales del campo se guían por el boca a boca, máxime cuando actualmente «hay variedades muy potentes, en los últimos siete u ocho años, que dan rendimientos muy altos». Y aunque poco se puede hacer cuando «vienen estos calores»; lo cierto es que se aprecia «cada vez más resistencia a las enfermedades». Tanto es así que «es el primer año que no hacemos tratamientos». 

Aparte de experimentar en campos de trigos y cebadas de invierno y primavera, así como leguminosas y proteaginosas, la principal novedad de esta campaña ha sido la inclusión un ensayo con cebadas malteras en colaboración con Ibermalta. En concreto, 15 variedades. ¿El motivo?Tal y como expone Villamayor, la producción de cerveza en Castilla y León «está teniendo mucho tirón últimamente».

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