El campo pide sembrar las 500.000 hectáreas perdidas para autoabastecerse ante la guerra en Ucrania
Las Opas exigen levantar las restricciones de una PAC 2023-2027 que «nace muerta» en el escenario bélico europeo / El 30% de las importaciones de maíz y aceite de girasol proceden del país bajo ataque
SANTIAGO G. DEL CAMPO VALLADOLID
Un giro de 180 grados en las políticas de la PAC, que estrena el próximo año un nuevo plan para el quinquenio 2023-2027. Eso es lo que exigieron ayer las Organizaciones Profesionales Agrarias (Opas). Un volantazo que ven imprescindible para hacer frente a la falta de alimentos y suministros que puede acarrear la guerra de Ucrania en Europa. Y es que las medidas de esa PAC restringen aún más la superficie de cultivo exigiendo mayores extensiones de barbecho, rotaciones obligatorias y un sinfín de condicionantes ambientales que merman la productividad.
Son restricciones que mantienen a día de hoy baldías, perdidas para la agricultura, medio millón de hectáreas de cultivo en Castilla yLeón. Una superficie que podría producir casi dos millones de toneladas de trigo o de cebada, o más de seis millones de toneladas si fueran aptas para cultivar maíz.
«En este escenario bélico en Ucrania la nueva PAC nace muerta», aseguró en respuesta a este periódico el presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo. «La zona en guerra produce el 30% del trigo mundial, el 20% del maíz y el 50% de la pipa de girasol». España, que es «deficitaria en producción de cereal, con 24 a 26 millones de toneladas cuando consume 38 o 40, de donde trae ese consumo es de allí». Según datos de la Opa, el 30% de las importaciones españolas de maíz procede de Ucrania, y también un 17% de las importaciones de trigo y un 30% de torta y aceite de girasol.
Por eso, «de manera urgente hay que cambiar las normas de la PAC, para dar libertad a los agricultores y que puedan sembrar el máximo de superficie». Una decisión que no puede esperar: «Tiene que ser de hoy para mañana, porque nuestra gente de regadío está sembrando ahora, y sería absurdo en esta situación obligarles a dejar un 5% de barbecho, obligarles a no poder sembrar toda la explotación de maíz o girasol». Frente a estos condicionantes,«habría que dejar al agricultor libertad total para las siembras, e incentivarle para que siembre al máximo para la máxima producción».
Dujo subrayó que la nueva PAC «diseñada en Europa», que Asaja ya había tachado de «poco productiva y poco profesional», «no puede llevarse a cabo, porque cuando se creó la PAC fue para garantizar el abastecimiento de alimentos en la Unión Europea.Eso sigue vigente, y hoy está en peligro la alimentación para los 500 millones de habitantes de la Unión Europea».
Son palabras poco tranquilizadoras, pero que pretenden poner sobre el tapete la realidad del continente. «Se debe potenciar la producción para garantizar el autoabastecimiento, y por tanto las líneas marcadas por al PAC, que era justo lo contrarion se deben eliminar totalmente», defendió. Y es que «nadie pensaba que íbamos a tener una crisis sanitaria como el Covid, una crisis energética como la que estamos teniendo con la subida de los costes energéticos un 300%, y ahora una crisis alimentaria».
En cuanto a la falta de aprovisionamiento de cereales en Castilla y León, «hoy no lo hay», respondió el presidente autonómico de Asaja. «Pero lo que pase en 15 o 20 días no lo sabemos nadie». Dujo puso también de manifiesto que existe un «riesgo cierto» de «no poder garantizar el abastecimiento, y muy especialmente la alimentación de la cabaña ganadera».
FERTILIZANTES
Por otro lado, «la zona es también proveedora de abonos y fertilizantes, y el precio de la energía está desbocado tras interrumpirse el suministro ruso, lo que da una idea de la enorme repercusión que tiene para todos, productores y consumidores», añadió, a la vez que instó a las autoridades europeas y nacionales a que «se empleen a fondo para encontrar nuevos mercados de materias primas, desde el cereal al abono y la energía, que garanticen el abastecimiento del campo español y europeo».
De la misma opinión se mostró el coordinador de Upa Castilla yLeón Aurelio González: «Hay que buscar otros mercados, porque España es un consumidor nato de cereales». Por eso «tenemos un sinsentido en política agraria, que no nos deja producir todo lo que queremos». Upa defiende «que se pueda cultivar aquí», pero «tal como se están poniendo los costes de producción, que empeorarán con la guerra puesto que aún no se han trasladado, si suben y es imposible tener fertilizantes rentables el mercado se pondrá peor todavía».
Sin embargo, se mostró confiado en las autoridades europeas, porque «están trabajando de forma conjunta» para potenciar otros mercados y controlar el precio de la energía. «Vamos a esperar y confiar en que esto se solucione», subrayó. González apuntó que alrededor de 12 millones de toneladas de cereales se importan de Ucrania para toda España.
Buena parte llega a Castilla y León, que también es deficitaria en grano. «Somos grandes productores de cereal, pero también tenemos una gran campaña ganadera que hay que alimentar, y somos una potencia en porcino, que es lo que más pienso consume.Somos importadores natos de cereal», explicó.
Igualmente preocupado se manifestó el coordinador de Coag Castilla yLeón, Lorenzo Rivera. «Todo está paralizado, no sale nada de allí», apuntó, en referencia a Ucrania. «La incertidumbre permanecerá después de la guerra con los embargos. Lo pagaremos todos, pero el más directo será el sector agrario. El cereal y el maíz vendrá de otros países terceros como Brasil, Argentina, Canadá, EEUU, pero ya tienes las bolsas disparadas».
Como muestra de ello, «en el puerto de Barcelona los precios han subido de 40 a 45 euros la tonelada de maíz, trigo y soja, todas las materias primas para el pienso». Y es que «a los precios que está ahora, entre 340 y 360 euros la tonelada de maíz o cebada, es imposible hacer un pienso, una materia prima para el ganado. No sé a qué precio tendría que estar la leche para cubrir estos costes», subrayó Rivera.
«A eso hay que sumar las energías disparadas, con una subida del 30% del gas ayer, el gasóleo por encima de 110 euros el barril... En este escenario más».Un escenario en el que Coag también aboga por cambiar drásticamente la PAC: «Ya lo dijimos antes de diciembre, que los costes que ya teníamos en ese mes, junto al 25% de superficie de agricultura ecológica y la condicionalidad reforzada a la que obliga la PAC, nos podían abocar a no cubrir ni siquiera la soberanía alimentaria en Europa. Si a eso le añadimos la sequía, es inviable. Todo ello sería llevarnos a la locura de una guerra alimentaria», concluyó.
Por su parte el coordinador de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, se mostró partidario de«revisar todas las exigencias medioambientales y potenciar las producciones» ante el escenario bélico en Ucrania.