El campo regional demanda 14 nuevos embalses en el Duero

Opas, regantes, técnicos y entidades locales urgen la mejora de los riegos en la Comunidad autónoma con una contundente demanda: la construcción de 14 nuevos embalses en la cuenca del Duero, además de la regulación de los ríos Cea y Valderaduey y el recrecido de los embalses de Barrios de Luna  y El Porma (ambos en León), Requejada (Palencia) y Santa Teresa (Salamanca). Lo piden sin atender a lo que cuesten las obras: quizá así Castilla y León podría contar con tantos pantanos a este lado del Sistema Central como disponen las Comunidades del lado sur.

Así lo plantean en las alegaciones que presentaron el pasado viernes al nuevo Plan Hidrológico que tramita la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), cuyo plazo de exposición pública terminó ese día. E l campo regional propone incrementar la capacidad de regulación de la cuenca del Duero –actualmente en el 31% , muy por debajo de otras cuencas como Ebro (50%), Tajo (90%), Guadalquivir (115%) o Guadiana (218%)–, lo que supondría «incrementar los recursos hídricos disponibles». 

Ello ayudaría a « solventar otros problemas derivados de los efectos del cambio climático , aumentando el almacenamiento en años de mayor pluviometría y evitando inundaciones, además de permitir el establecimiento de caudales ecológicos acordes al mantenimiento de la biodiversidad de la cuenca, sin que esto tenga que suponer una restricción del uso del agua por los regantes», recoge la exposición de motivos de uno de los documentos presentados en las oficinas del organismo gestor de la cuenca, el liderado por la Diputación de Valladolid y el Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Graduados en Ingeniería Agrícola Castilla-Duero. 

Además, demanda la incorporación a los presupuestos en el horizonte 2021-2027 de esos 14 nuevos embalses, la regulación de los ríos y el recrecido de los embalses mencionados. Los agentes del sector se muestran en contra, también, de subir los caudales ecológicos mínimos de invierno y primavera en ninguna masa de agua «en tanto en cuanto no se aumente la capacidad de regulación. Desde el comienzo de los tiempos siempre ha habido estiajes, y a pesar de ellos la vida en los ríos ha permanecido», aseguran.

Entre las medidas propuestas destacan, en materia de  uso de aguas subterráneas, la necesidad de facilitar la regularización de los diferentes derechos inscritos «mediante procesos jurídicamente seguros y eficaces pero con una tramitación sencilla y breve, sin que, en ningún caso, esta regularización ampare peajes que supondrían una penalización a aquel usuario que pretende la adaptación del aprovechamiento a la legalidad vigente»

Asimismo, en esta materia se propone una regularización de oficio de todos aquellos aprovechamientos que demuestren que están en funcionamiento desde el momento en que recibieron la autorización de la Administración competente y con las dotaciones y superficies con las que fueron autorizados y funcionaron con anterioridad al 1 de enero de 1986.

Se reclama más agilidad en las tramitaciones administrativas y mejora de los procedimientos asociados a la tramitación de concesiones , autorizaciones y modificaciones de características, entre otras. 

El documento presentado ha sido fruto, explicaron los firmantes, de «meses de trabajo coordinado por la Diputación de Valladolid y el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas». El trabajo recoge las alegaciones que suscriben 20 colectivos.

A lo largo de 24 páginas, se desgranan las alegaciones distribuidas en 12 apartados diferentes y que hacen referencia a cuestiones como el uso sostenible de las aguas subterráneas, la contaminación urbana e industrial , la implantación de caudales ecológicos, la sostenibilidad del regadío, la adaptación al cambio climático, la optimización de las gestión de la oferta de recursos hídricos o la regulación y control del dominio público hidráulico.