Diario de Castilla y León

OLEAGINOSAS

El cultivo del cártamo para ganar terreno a los ataques de los corzos

Secano Esta oleaginosa se está consolidando cada año y Soria lidera la superficie sembrada, con más del 63% de toda la Comunidad y aglutina la mitad de la producción regional

El cultivo de cártamo en Castilla y León se extiende ya en 2.219 las hectáreas. / HDS

El cultivo de cártamo en Castilla y León se extiende ya en 2.219 las hectáreas. / HDS

Publicado por
Irene Llorente Yoldi

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El cultivo de cártamo en Castilla y León se está consolidando cada año ya que se está mostrando en campo como una excelente rotación de cultivos y una buena alternativa al girasol, sobre todo en zonas de altos ataques de la fauna silvestre. En toda la Comunidad son ya 2.219 las hectáreas sembradas de cártamo, según los últimos datos definitivos publicados en el Anuario de Estadística Agraria (y correspondientes a 2018), la mayor parte en secano, 2.176, donde obtiene unos rendimientos medios que rondan los 1.000 kilos por hectáreas. Y Soria es líder en la región, con más del 63% de la superficie, 1.404 hectáreas y una producción de 1.152 toneladas de unos resultados totales de 2.209 en Castilla y León. Le sigue Valladolid, con 614 hectáreas y 860 toneladas. En el resto es residual. 

Lo cierto es que en apenas cuatro años se ha duplicado la superficie cultivada. En 2016 había 958 hectáreas, de las que en Soria había sembradas 413 hectáreas, otras 262 en Valladolid y 152 en Palencia. Es en la única provincia donde ha mermado, dado que en la actualidad no suman 80 hectáreas. No obstante, es un cultivo minoritario y pese a que se adapta bien a terrenos poco fértiles y a condiciones extremas, todavía está a años luz del girasol, que en la Comunidad se extiende por 279.153 hectáreas y más de 44.300 en la provincia de Soria, lo que supone una mínima parte de esta oleaginosa. También está lejos de otros cultivos industriales como la remolacha azucarera o la colza, con superficies que superan las 24.000 hectáreas.

Raúl Alejandre lleva dos años sembrando cártamo en Fuentelmonge, precisamente por el daño que provocaban los corzos en sus fincas. «En esta zona hay una plaga de corzos que se comen los girasoles, e incluso había parcelas que las dejaban totalmente arrasadas, casi incluso para no segarlas, de modo que nos planteamos este cultivo que ya estaban probando otros agricultores con los que hablábamos de Guadalajara y de Segovia».

Éste es el segundo año que cultivan esta oleaginosa y los resultados, con el cártamo ya cosechado, han sido mejores que la temporada pasada: «Adelantamos la siembra a finales de marzo y abril para que pillara más agua y subimos al doble la dosis de siembra». Porque el año pasado les recomendaron ponerlo a finales de abril y principios de mayo, pero se dieron cuenta de que si empezaban un mes antes aprovechaban más pluviometría y se aseguraban que para mayo ya había nacido la planta. 

Y aunque esta planta, de la familia de los cardos, en principio no se lo comen los animales, lo cierto es que sí que han visto cercos. «Cuanto tienen hambre no están a contemplaciones».

Los países con mayor producción de aceite de cártamo en el mundo son México, la India y los Estados Unidos. Desde 1950 a la fecha, la planta se cultiva para aceite vegetal extraído de sus semillas.

Y es que en nutrición es considerado muy saludable. Usado como aceite de cocinar, en ensaladas, y para producir margarinas. Es consumido también como suplemento nutricional. Hay estudios que demuestran que el cártamo aumenta el colesterol bueno y reduce el malo. El problema es que el poco mercado que hay exige muchas calidades y el precio está muy bajo, pero por ahora les compensa puesto que ya piensan en duplicar las hectáreas para la campaña que viene. Otro destino final es el biodiesel pero también para las pinturas.  

UN CARDO DE LA INDIA | El cártamo o alazor (Carthamus tinctorius L.) es una planta de la familia de los cardos, originaria de la India y cuyo cultivo está extendido por todo el mundo. Es una planta muy interesante a la hora de cultivar ya que se adapta a suelos poco fértiles, a diferentes climas y necesita poca agua, por lo que es una especie altamente adaptable a condiciones de aridez.  
usos/  Tradicionalmente se usaba en la industria del colorante (amarillo y rojo) y en medicinas. A partir de mediados del siglo pasado, se empezó a extraer aceite vegetal de sus semillas. Este aceite es comestible, con un alto contenido de aceites grasos monoinsaturados y poliinsaturados. Reduce los riesgos de enfermedades carcardiovasculares y es incoloro e insípido. Se usa para cocinar, preparar ensaladas, como suplemento nutricional o para producir margarinas.

El primer año probaron sólo con diez hectáreas y éste aumentaron a las 40. Para 2021 quieren sembrar 70. No obstante, dista mucho de las hectáreas que cultivan de girasol, entre 100 y 130.

También les resulta un cultivo interesante porque no sólo se siembra antes, sino que también se cosecha antes que el girasol, lo que les permite diversificar mucho más en el secano. No es como para dejar de sembrar pipas, pero es una buena opción de rotación. «Y si estuviera al mismo precio que el girasol se sembraría mucho más en Soria» , añade. Sí está algo extendido en la zona de Monteagudo de las Vicarías y Valtueña. «En Fuentelmonge cada vez nos preguntan más vecinos, sobre todo porque quieren evitar que se coman los corzos sus campos».

Además, el cártamo no requiere una maquinaria especial en las labores de siembra y cosecha, ya que se utiliza la misma que para el cereal. Otra ventaja es que también se puede reutilizar la semilla, lo que reduce los costes agrarios. Precisamente Raúl ya ha guardado para la próxima temporada.

Este año le han permitido a un apicultor del municipio, Álvaro Chamarro, meter sus abejas porque quería hacer miel de cártamo. En verano suelen tener más problemas con las flores en zonas secas como ésta y el cártamo es una buena opción. «Nunca había oído hablar del cártamo y al ser un cardo que está en flor los meses de junio y julio decidí probar para combinar con la miel y el polen del girasol. Y he notado un incremento en la cantidad pero también en la calidad», explica este joven apicultor.

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