Diario de Castilla y León

La superficie de cereal crece un 4% y la apuesta por la avena se dispara

El trigo sufre un ligero descenso del 2% mientras la cebada gana presencia gracias al empuje de Burgos, Palencia y Valladolid / El centeno se mantiene estable y el sorgo, siempre testimonial, se desploma un 97% 

Imagen de archivo de Tierra de Campos.- ICAL

Labores de siega en Tierra de Campos el pasado mes de mayo, cuando todavía se encontraba en vigor el Estado de Alarma por la crisis sanitaria del coronavirus. / ICAL

Publicado por
D. S. M.
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Los agricultores de Castilla y León no solo han permanecido al pie del cañón desde que el coronavirus cambió de forma abrupta nuestras vidas. También han apostado por intensificar su actividad incrementando el número de hectáreas destinadas a cultivos. El mejor ejemplo, amén del más importante en clave productiva y estratégica, se encuentra en el cereal. Con algunos cambios a la hora de configurar sus campañas respecto al año pasado, la superficie regional se ha incrementado un 4,2% hasta superar los dos millones de hectáreas. 

Aunque no se trate de un cultivo primordial en términos productivos, lo cierto es que los agricultores castellanoyleoneses han redoblado su apuesta por la avena, que el pasado ejercicio contabilizaba 57.916 hectáreas. Pues bien, tan solo un año después, la superficie se aproxima a las 81.000, lo que se traduce en un considerable aumento del 39,8%. ¿A qué se debe? De entrada, las provincias con superior presencia de avena, Palencia y León, han destinado un mayor número de hectáreas que en 2019: 17.879 y 13.124, respectivamente. No es que dicha subida resulte espectacular en términos interanuales. Sin embargo, el incremento porcentual obedece fundamentalmente al auge experimentado en Salamanca, que con 12.258 hectáreas ha conseguido disparar su superficie un 69,5%, situándose así como el tercer territorio de la Comunidad dentro de este apartado tras apear a Burgos del podio.  

Otro factor clave para entender la expansión de terrenos cultivados en Castilla y León de cara a esta campaña es el interés creciente por la cebada, que ha pasado de 814.790 a 883.909 hectáreas según los datos recopilados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León. De esta forma, la cebada ha visto aumentada su superficie un 8,4%, con Valladolid a la cabeza tras destinar 198.812 hectáreas y Burgos siguiendo sus pasos con 179.051. Ambas provincias, junto a Palencia (137.851), acaparan cerca del 60% de la Comunidad. 

No ocurre lo mismo con el trigo, que según los datos más recientes difundidos por la Junta (a 31 de julio) atesoraba 786.290 hectáreas, casi un 2% menos en relación a la pasada campaña. No en vano, la caída no es demasiado elevada, máxime si tenemos en cuenta que junto al siempre testimonial sorgo ha sido el único cultivo -incluyendo todas sus variedades- cuya superficie se ha visto mermada. Sea como fuere, Burgos mantiene su indiscutible liderazgo con 183.460 hectáreas. Eso sí, la provincia en la que se sitúa el denominado granero de España (La Bureba) ha reducido su apuesta este año, ya que la superficie cayó un 13%. De igual manera, sus dos principales competidores (Palencia y Valladolid) también han seguido el mismo camino. 

A un ritmo muy similar al de la cebada ha aumentado la superficie reservada para triticale. En concreto, la tasa de crecimiento de un ejercicio a otro se sitúa en el 8,2%, pues a finales de junio Castilla y León disponía de 37.130 hectáreas. En cualquier caso, el triticale nunca ha contado con demasiada presencia en la región, al menos si se compara con las principales bazas productivas de los agricultores. Por territorios, Segovia y Salamanca son las que más han apostado este año por dicho cultivo con 6.124 y 6.073 hectáreas, respectivamente. De media, cada provincia ha dedicado en la presente campaña 4.125 hectáreas. 

En menor medida, aunque dentro de una estabilidad al alza, se encuentra el maíz. El tercer cultivo cerealístico de la Comunidad ha pasado en un año de 110.156 a 114.104, que en clave porcentual arroja un aumento del 3,5%. Sin lugar a dudas, la aportación de León resulta imprescindible. Y es que la provincia más productiva dentro de este apartado, con casi un 63% de la superficie autonómica destinada en 2020, ha incrementado su superficie en torno a un 39% en relación al ejercicio anterior. 

Prácticamente igual se ha mantenido la superficie destinada al centeno, que según los últimos datos reportados por la Consejería de Agricultura ha experimentado un tímido crecimiento del 0,88% que se traduce en 98.035 hectáreas. Si analizamos la distribución por provincias, se puede observar un reparto bastante equitativo que oscila entre las 15.927 (Palencia) y las 9.124 hectáreas (Valladolid) salvo las excepciones de Zamora y Burgos, más descolgadas con sendos registros de 7.473 y 4.613 hectáreas para este año. 

Entretanto, el sorgo continúa situándose a la cola de los cultivos cerealísticos con apenas 104 hectáreas, que representan una caída del 97% respecto a la campaña del año anterior. De hecho, tan solo cinco provincias apuestan habitualmente por esta opción. Como experimento, autoconsumo o simple curiosidad. Así de claro lo reflejan los datos de la Junta, donde se contabilizan 51 hectáreas en Valladolid, 39 en Zamora, ocho en Palencia, tres en León y otras tres en Soria. 

tracking