En marcha la concentración más ambiciosa
Más de 3.000 agricultores implicados acceden a las bases de la agrupación de parcelas más extenso de la Comunidad / Afecta a 33.562 hectáreas con explotaciones sobre todo de cereal, leguminosas y girasol, en catorce municipios de Valladolid y León
La Administración autonómica acaba de poner en marcha las bases definitivas de la más grande concentración parcelaria de Castilla y León hasta el momento. Se trata de ‘Los Oteros’ un macroproyecto que afecta a 33.562 hectáreas y beneficiará a 3.391 propietarios de 14 municipios de las provincias de Valladolid y León. La directora general de Desarrollo Rural, María González, se ocupó de la ‘puesta de largo’ del documento el pasado lunes ante los agricultores. Para ello se reunió en la localidad leonesa de Matanza de los Oteros con la comisión local de la concentración.
El proyecto fue declarado de utilidad pública y urgente ejecución ya hace casi tres años, el 26 de diciembre de 2017. Ese proyecto inicial de la zona de Los Oteros, que luego ha venido a llamarse ‘Los Oteros I’, era una extensa zona de casi 18.500 hectáreas en los municipios de Castilfalé, Fuentes de Carbajal, Matadeón de los Oteros, Matanza de los Oteros, Santa Cristina de Valmadrigal y Villabraz. Una zona muy extensa, prácticamente toda de cultivos de secano, cereales de invierno, leguminosas y girasol, integrada por 136 explotaciones con 5.824 parcelas de 3.883 propietarios.
Después el proyecto se amplió y se añadieron a esos municipios los leoneses de Corbillos de los Oteros, Gusendos de los Oteros, Izagre, Santas Martas, Valencia de Don Juan, Valverde Enrique, y Villamoratiel de las Matas y en el municipio vallisoletano de Mayorga. Se iniciaron los trámites atendiendo, así, las solicitudes de municipios limítrofes que solicitaron integrarse, lo que posibilitó la constitución de una zona continua y homogénea con terrenos colindantes muy similares agronómicamente y en cuanto a orografía.
Se daba además la circunstancia de que un elevado número de propietarios poseía parcelas en varios términos municipales de ambas zonas, por lo que se dedujo la conveniencia de integrar una nueva zona denominada ‘Los Oteros II’ en la concentración ya iniciada, según informó la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. El 22 de abril de 2019, se declaró de utilidad pública y urgente ejecución la concentración parcelaria de la zona de Los Oteros II y su inclusión en la zona Los Oteros I, constituyendo una única zona de concentración denominada Los Oteros (León-Valladolid), que es la que avanza ahora en su ejecución.
SUPERFICIE MEDIA
Esta zona distribuye su superficie total de 33.562 hectáreas en 23.979 parcelas, con una superficie media de 1,4 hectáreas, en un perímetro delimitado por la línea cerrada y continua en forma de triángulo entre los regadíos del canal de la margen izquierda del Porma y la carretera N-601 entre León y Valladolid.
La zona de concentración parcelaria de Los Oteros (León-Valladolid) es la mayor zona concentrada en la Comunidad, «lo que constituye un reto para la Consejería, ya que se pretende desarrollar un proceso de una forma eficiente reduciendo en la medida de lo posible los plazos de ejecución de un proceso tan garantista como es el de la reordenación de la propiedad privada en precios rústicos», explicó la Administración autonómica.
Ya están resueltas todas las alegaciones a las bases provisionales, publicadas el 1 de julio de 2019, y solventados los problemas derivados de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, según manifestó la directora general de Desarrollo Rural, que presentó las bases definitivas del proceso, paso previo a su aprobación e información pública, «en unos plazos que demuestran la eficacia comentada en el proceso de esta extensa zona», manifestó González.
Las bases definitivas constituyen el documento que, con carácter definitivo, determina la situación física, económica y jurídica de las parcelas incluidas en el perímetro a concentrar, debiendo establecer, una vez atendidas las alegaciones a las bases provisionales, el perímetro objeto de concentración, la declaración del dominio de las parcelas a favor de quienes las posean en concepto de dueño, el coeficiente de las clases fijadas y compensaciones, cuando resulten necesarias, así como la superficie perteneciente a cada beneficiario con la clasificación de las parcelas, entre otras cuestiones.
REDIMENSIONAMIENTO
La concentración posibilitará el redimensionamiento de las fincas afectadas, mejorará la eficiencia económica de sus explotaciones, la dotación de infraestructuras viarias más saneadas y modernas y favorecerá la integración ambiental. Todo ello de acuerdo con los condicionantes establecidos en la tramitación ambiental en una zona de hábitat prioritario de aves esteparias, con el fin de mejorar su calidad medioambiental e integración paisajística.
La concentración parcelaria aumenta la rentabilidad de las explotaciones mediante un aprovechamiento más eficaz de los medios de producción, fomenta la inversión y la incorporación de jóvenes agricultores, y sus infraestructuras rurales facilitan la comunicación y el uso eficiente de la maquinaria, además de tener un efecto favorable en la emisión de gases de efecto invernadero y en el cambio climático, explicó la misma fuente.
En los núcleos de población donde se llevan a cabo las obras de concentración parcelaria, «está demostrado», añade, que el número de incorporaciones de jóvenes es un 40% superior a zonas no concentradas. Además, la inversión privada de los agricultores para modernizar sus explotaciones es un 36% superior a zonas no concentradas. Y en lo que respecta a la reducción en las emisiones de CO2, las cifras llegan a un 25,7% en la superficie de secano y de un 31,6% en la superficie de regadío, como consecuencia de la optimización en el uso de la maquinaria y equipos.
captación de co2
Al mismo tiempo, se produce un incremento de la captación de CO2 como consecuencia de la intensificación de los cultivos y de la creación de superficies plantadas en terrenos de restauración del medio natural. Estos aspectos se hacen todavía más importantes en esta macrozona, ya que abarca casi 34.000 hectáreas.Por ello la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural prevé actuaciones similares en nuevas grandes zonas en otras provincias de la Comunidad en la legislatura en curso.
De las 33.695,81 hectáreas de la zona de concentración parcelaria de Los Oteros, la mayor parte pertenecen a la provincia de León (31.853,06 ha) y una pequeña parte de la superficie, un 5,47% del total (1.842,7480 ha), a la de Valladolid. El inicio de la actuación, que se remonta casi trece años atrás, estuvo protagonizada por los alcaldes de los ayuntamientos de Castilfalé, Fuentes de Carbajal, Matadeón de los Oteros, Matanza de los Oteros, Santa Cristina de Valmadrigal y Villabraz, que entre el 21 de diciembre de 2007 y 22 de septiembre de 2009, solicitaron a la Consejería de Agricultura y Ganadería, al amparo de los artículos 17.b y 71.4 de Ley 14/1990 de 28 de noviembre, de Concentración Parcelaria de Castilla y León, que se promoviera una nueva concentración de las tierras pertenecientes a estos municipios.
TRAMITACIÓN
Cuatro años después, la Dirección General de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias aprobó el estudio técnico previo el día 19 de junio de 2013. Después de una serie de trámites, entre ellos el de impacto ambiental, en septiembre de 2017 se aprobó la ya mencionada declaración de utilidad pública y urgente ejecución de ‘Los Oteros I’ y se publicó en el Bocyl.
En paralelo, durante el año 2016 los ayuntamientos de Corbillos de los Oteros, Gusendos de los Oteros, Izagre, Matanza de los Oteros (solicitando la inclusión de la Dehesa de Coomontes y Santa Lucía), Santas Martas, Valencia de Don Juan, Valverde-Enrique y Villamoratiel de las Matas, de la provincia de León, y Mayorga, de Valladolid, solicitaron el inicio de la reconcentración parcelaria, por lo que la Administración autonómica inició los trámites de ‘Los Oteros II’.
La Dirección General de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias aprobó el Estudio Técnico Previo el 22 de noviembre de 2017, replicándose de igual forma los trámites de impacto ambiental, que subrayan una serie de medidas preventivas y correctoras a tener en cuenta en el proceso de concentración parcelaria, las que hacen referencia a la protección paisajística y de la vegetación.
En concreto, la resolución de impacto indicó que las superficies del área de actuación que actualmente sustentan pastizal, «deben mantener dicho uso tras la concentración parcelaria», y se debe inscribir su uso con una nota que aclare que la finca adjudicada tendrá una afectación permanente y definitiva a la conservación del medio ambiente hábitats y especies protegidas por la Zepa Oteros-Campos tal y como exige la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, quedando dedicada al hábitat y uso de pastizal, sin posibilidad de roturación ni reforestación».
zonas protegidas
La actuación de reconcentración, –cuyo proyecto y bases firman José Carlos de Marco, Ana Fernández, Alfredo Pascual, Camino Lozano, Daniel Santos y María Eugenia Muñiz, todos ellos parte del personal del Área de Estructuras Agrarias–, procurará que sean titulares de las fincas con especial protección medioambiental los entes públicos, y que sean destinadas las mismas a tierras sobrantes o a superficies dedicadas a restauración del medio natural. Además se procurará restaurar, allí donde se haya perdido, la continuidad de las zonas de pastizal que siguen los fondos de los valles de ríos y arroyos, «mediante el adecuado reparto de parcelas y la implantación del pastizal». Esa actuación, junto con el resto de medidas correctoras necesarias, se contempla en la redacción definitiva del proyecto de restauración ambiental.
En cuanto a las características de la zona, la distancia a la capital del núcleo de población más cercano, Valdearcos, es de 26 kilómetros y del más alejado, Valdemorilla, de 57 kilómetros. Las mayores distancias que se dan en la zona son de 36,5 kilómetros en la dirección norte-sur y de 19,8 en la este-oeste. Por otra parte, la altitud media es de 822 metros, siendo la cota de mayor altitud la de 916, que se localiza donde se encuentra el repetidor de televisión en Matadeón de los Oteros.
En lo que respecta al relieve, la zona se caracteriza fundamentalmente por tratarse de un terreno llano, con ausencia de grandes desniveles ni pendientes acusadas, así como escasez de vegetación natural, siendo el drenaje por escorrentía superficial. El paisaje tiene un aspecto ondulado que se salpica por pequeñas lomas u oteros.
De la superficie total a concentrar, corresponden a cada término municipal distintos porcentajes. En concreto a Castilfaré corresponden 2.464,86 hectáreas, el 7,32% de la superficie total; a Corbillos de los Oteros 1.420,99 hectáreas, el 4,22%; a Fuentes de Carbajal 3.055,76, el 9,07%; A Gusendos de los Oteros 2.355,34, el 6,99%; a Izagre 2.709,93, el 8,04%; a Matadeón de los Oteros 4.535,85, el 13,46%; a Matanza 5.270,74, el 15,64%; a Mayorga (Valladolid) 1.842,74, el 5,47%, a Santa Cristina de Valmadrigal 1.004,80, el 2,98%; a Santas Martas 2.724,41, el 8,09%; a Valencia de Don Juan 1.885,66, el 5,60%; a Valverde Enrique 1.257,32, el 3,73%; a Villabraz 3.000,36, el 8,90% y por último a Villamoratiel de las Matas 166,97, el 0,50%.
CULTIVOS
Los principales cultivos de la zona a concentrar son de cereales y leguminosas, principalmente trigo, cebada, avena, guisantes, veza, y alfalfa, entre otras. Estos cultivos ocupan la mayor extensión de la zona, principalmente en las fincas resultantes de anteriores concentraciones. La superficie de viñedo inscrita en el Registro Oficial de Plantaciones de Viñedo es casi insignificante, alrededor de 250 hectáreas, un 0,74% de la superficie a concentrar.
En cuanto a la vegetación arbustiva, el proyecto técnico de Los Oteros especifica que se trata en pocos casos de masas importantes, ya que existen pequeñas matas o individuos aislados de encinas acompañadas de otras especies como el melojo y el quejigo. Además existen pequeñas formaciones boscosas de ribera a lo largo de los cauces de agua.
Otros factores que principalmente modelan el paisaje, además de los cultivos, son las choperas y los desagües y arroyos, a cuyas orillas crece una vegetación ribereña, chopos salgueros y zarzas. También se incluyen superficies de pastos aprovechados mediante siega y posteriormente a diente por el ganado ovino extensivo. Son parcelas que no se incluyeron en anteriores concentraciones por ser praderas permanentes ubicadas en los valles o vallejos.
Existen en el área pequeñas masas aisladas de encinas, acompañadas de otras especies como el melojo y el quejigo, rosaceas, espinos y zarzas, entre otras, con bajo aprovechamiento forestal. Sin embargo, es relevante la existencia de zonas húmedas temporales mediterráneas, algunas de ellas forman lagunas incluidas en el Catalogo de Zonas Húmedas de Castilla y León y Zona ZEC Lagunas de los Oteros.
Según los datos recabados de la solicitud única de la PAC, se extraen en la zona los siguientes grupos de cultivo en base a las 29.626 hectáreas declaradas en secano: cereales, el 50,54%; barbechos, el 30,13%; forrajes, el 13,87; oleaginosas, el 2,06%; pastos, 1,78%; viñedo, 0,74»; forestales, 0,45; proteaginosas, el 0,23% y leguminosas el 0,20%
En cuanto a regadío, que se extiende en 432 hectáreas, se distribuye en cereales, el 61,45%; barbechos, el 25,13%; forrajes, 12,26%; oleaginosas 0,81%; proteaginosas 0,26 y pastos, el 0,09%.