PLAGAS
La Junta intensifica los controles para frenar la expansión de la avispilla del castaño
TORYMUS SINENSIS El 91% de las sueltas de este parasitoide se llevarán a cabo en El Bierzo / Para impedir que la plaga se propague, Medio Ambiente insiste en que «el único modo de retrasar su llegada es no traer planta contaminada de otras zonas»
Nunca hay que bajar la guardia con la avispilla del castaño. Todo lo contrario, pues si no se adoptan medidas desde el principio su capacidad de expansión puede ser inmensa. Por este motivo, la Junta de Castilla y León trata de acotar su presencia desde que se detectaron los primeros focos en 2015 y, sobre todo, a raíz de su preocupante propagación en la comarca de El Bierzo (León) dos años después. Fue entonces cuando se optó por realizar sueltas del parasitoide Torymus sinensis a partir de 2018. Ahora, con la plaga instalada en diversos puntos de la Comunidad; la Consejería de Fomento y Medio Ambiente se encuentra inmersa en una nueva campaña de control tras la adquisición de 133.570 ejemplares de este eficaz «agente biológico» . De aquí al próximo ejercicio, el Gobierno regional prevé liberar 139.000. En concreto, «el 91% van a la zona del Bierzo, que es la más afectada; el 7% a Zamora, donde está empezando a extenderse la plaga, y un 2% a Burgos, que tiene una superficie muy pequeña de castaños».
A mediados de abril, agentes medioambientales y voluntarios de las áreas afectadas iniciaron la liberación controlada de Torymus sinensis. «Con el esfuerzo y colaboración de todos está siendo posible realizar un buen trabajo que irá dando sus frutos en los próximos años», aseguran a este suplemento fuentes de Medio Ambiente a sabiendas de que «el perseguido control de la plaga permitirá reducir los daños que ocasiona» . Por ahora, los focos más preocupantes se encuentran en los sotos de El Bierzo y Alta Sanabria (Zamora). No obstante, la semana pasada se detectó el primer «foco estable» en el término municipal de Casillas (Ávila). Se trata, concretamente, de «agallas en castaños adultos». Por lo tanto, se intentará incorporar esta zona al programa de sueltas «para que pueda comenzar la implantación del parasitoide». En cualquier caso, si algo tiene claro la Junta es que «para los próximos años se dará continuidad a estos trabajos».
Se ha logrado «un protocolo de suelta preciso que permite conocer las zonas idóneas»
Gracias a la experiencia adquirida durante los dos últimos años, el Servicio de Defensa del Medio Natural ha conseguido, a través de sus respectivas áreas territoriales, «tener un protocolo de suelta preciso que permite conocer las zonas idóneas para la suelta, el momento adecuado para realizarlas y cómo llevarlas a cabo». En vista de la situación actual, la última partida de Torymus sinensis ha supuesto un desembolso ligeramente superior a los 150.000 euros. La inversión, apuntan desde la Consejería, ha sido posible gracias a la «actuación coordinada» de la propia Junta, la Diputación de León y numerosos ayuntamientos, juntas vecinales, mancomunidades y asociaciones del sector. Tampoco hay que olvidar la «magnífica colaboración» de todos aquellos voluntarios que, junto a la «encomiable labor» de los agentes medioambientales, han realizado las labores de control «en pleno Estado de Alarma con las complicaciones que esto ha ocasionado».
«Una vez que llega la plaga y consigue asentarse, ya no hay método para erradicarla»
«Lamentablemente, una vez que llega la plaga a una zona y consigue asentarse, ya no se conoce ningún método para erradicarla. Solo se puede controlar su población y, por tanto, sus daños mediante la suelta del organismo de control biológico Torymus sinensis». Tras esta advertencia, Medio Ambiente remarca que, «por la experiencia de otras zonas donde la plaga llegó antes» , el control efectivo de la plaga del castaño suele consolidarse «entre cuatro y ocho años después de las primeras sueltas». Para determinar la «efectividad» de las sueltas, tan solo este año se han recogido más de 10.000 agallas. De momento, se ha comprobado que «tanto en Burgos como en El Bierzo se han obtenido resultados positivos al conseguir recuperar individuos de Torymus sinensis».
¿Cómo se impide la entrada de la avispilla? «El único modo de retrasar su llegada es no traer plantan de otras zonas». Ante el « alto » riesgo de que eso ocurra, la Consejería analiza e intercepta partidas desde 2012. Hasta la fecha, se han retirado plantas en al menos seis provincias.