DESASTRE
El Estado debe implicarse
Recientemente en COAG Castilla y León hemos tenido la oportunidad de contactar con una de las mentes más lúcidas en materia de consumo y de organización agraria en su vertiente comercial. Precisamente, la que atañe a los precios justos y dignos que estamos reclamando estos días.
Me refiero a Nazaret Castro , una joven escritora , periodista y maestranda de Economía Social por la Universidad de Buenos Aires que lanza reflexiones como latigazos contra los poderosos, las grandes empresas agrarias y de distribución.
Nazaret Castro dice que «las grandes empresas alimentarias nos obligan a comer los alimentos que le son más rentables»; que «cada apertura de un hipermercado supone la destrucción de 272 puestos de trabajo», o que un estudio aplicado a la gran superficie Wal-Mart demuestra que cada empleo que genera esta multinacional americana destruye 1,4 puestos de trabajo.
La escritora, licenciada también en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, y colaboradora de Le Monde Diplomatique , Público o Foreign Policy entre otros medios, es conocida por sus libros «Consumir es un acto político» (Clave Intelectual, 2014) y «La dictadura de los supermercados» (Akal).
Castro ha sido entrevistada por COAG Castilla y León en el contexto de las masivas manifestaciones de agricultores y ganaderos, en las que exigimos precios dignos a las grandes distribuidoras. En este sentido, dice que «es fundamental que los pequeños productores estén unidos a la hora de negociar. Pero la asimetría es tal, que eso no basta, el Estado debe intervenir para garantizar la pervivencia de la pequeña ganadería y la pequeña agricultura». Y aquí coincide con las demandas de los agricultores de no dejar solo en manos del mercado y de la distribución la fijación de precios.
Y abunda la experta en consumo que «el sector agroalimentario está inserto en el objetivo único de la acumulación del capital que nos lleva a la homogenización de la dieta; se terminan utilizando las variantes de semillas o las razas de ganado que resultan más rentables para las empresas». Lo que decíamos: el nivel de control es tal que las grandes firmas hacen que consumamos lo que más margen económico les deja.
Desde COAG Castilla y León le preguntamos que, dado que en la cadena de valor la producción cada vez cuenta menos, si estaremos alguna vez los campesinos como los trabajadores del textil en algunos países donde no se respetan ni lo derechos humanos. Nazaret dice que «en muchos países ya es así. Se trata de una estructura diseñada para beneficiar a los países ricos. Los campesinos pierden el acceso a la tierra y tienen que trabajar por jornales ínfimos». En esta línea, COAG ya habló en su día de la « uberización » del campo.
Aurelio Pérez es coordinador de COAG Castilla y León.