Así corre por Barniedo el osezno de León

Campo a través, sin ningún árbol que le obstaculizase y con muestras de una total recuperación. Así fue liberado el osezno recuperado en Barniedo de la Reina, una tierra que no pisaba desde el pasado mes de agosto, cuando el municipio leonés sufrió un incendio que alejó al animal de su familia.

El suelo quemado dañó las extremidades de Barniedo, el nombre con el que fue acogido en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Valladolid. Allí se vivió un intenso y largo periodo de recuperación, especialmente de sus plantas, ensangrentadas por pisar sobre terreno quemado.

Entonces, se inició un proceso de cura de sus extremidades y de alimentación para que ganara peso y autonomía hasta el momento de su traslado a la finca de aclimatación de Valsemana de la Junta de Castilla y León, a donde llegó con algo más de 15 kilogramos de peso, ocho más de los que presentaba una vez rescatado.

Durante su estancia en este recinto cerrado, monitorizado con cámaras y aislado de la presencia humana, se le alimentaba cada dos días lanzándole la comida por encima de la valla hasta alcanzar casi 30 kilos de peso. Desde el primer momento, mostró capacidad para trepar fácilmente a los árboles y poca relación con Cova, la osa recogida herida en Asturias con la que compartió recinto durante unas semanas.

Tras más de tres meses de su aparatoso accidente, Barniedo ya estaba listo para su regreso a la naturaleza. Para ello, se le hizo una última revisión y se le colocó un doble dispositivo de localización para conocer sus movimientos y hábitos por parte de la Junta de Castilla y León y el Principado de Asturias, que colaboraron en su liberación. Y llegado el gran momento, el osezno se adentró a toda velocidad en la gran montaña leonesa.