Pacma carga contra el «uso cruel» de las truchas en la piscina de la Plaza Mayor de León

El Partido Animalista PACMA ha condenado este viernes, considerando «inadmisible» la instalación de dos piscinas, llenas con 800 truchas, en la Plaza Mayor de León con motivo de la celebración de la LVI Semana Internacional de la Trucha.

Esta actividad, organizada por la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, que busca concienciar sobre la pesca sin muerte, promueve, según la formación política, «la explotación y sufrimiento de los animales en un entorno hostil y ajeno a su hábitat natural».

A través de un comunicado recogido por Europa Press, PACMA, ha mostrado su disconformidad con que se exponga a centenares de truchas «a condiciones de estrés y maltrato bajo la excusa de la concienciación», informa Europa Press.

A ojos de los animalistas, esta actividad, «ignora por completo el bienestar animal» y la programación a realizar en las piscinas «puede provocar estrés a las truchas heridas fruto de las constantes capturas, que pueden afectar en varias ocasiones al mismo ejemplar debido al reducido espacio donde se encuentran».

PACMA ha exigido que se ponga fin a este tipo de prácticas que convierten a los animales en «objetos de entretenimiento» y que se explore la educación medioambiental desde un enfoque «respetuoso y ético, sin recurrir a su explotación».

Además, sostienen que la organización de esta actividad en un contexto de sequía prolongada en la provincia de León y en toda la comunidad de Castilla y León refleja una «falta de sensibilidad y responsabilidad» ante la crisis hídrica que azota la región. «La utilización de grandes volúmenes de agua para llenar piscinas con truchas es un derroche de recursos que contrasta con la grave situación que enfrentan los agricultores y ecosistemas locales por la falta de agua».

PACMA ha recordado que la prioridad en estos tiempos de sequía «debería ser la conservación del agua y la protección de los recursos naturales, no su malgasto en actividades innecesarias», por ello han pedido que se replantee el uso de los recursos hídricos en actividades recreativas y educativas, especialmente aquellas que implican el sufrimiento de animales.

Desde la formación animalista, instan a que se promuevan otras actividades alternativas, donde se pueda aprender y concienciar a la población sobre la biodiversidad y el respeto al medio ambiente «sin someter a los animales a situaciones», que consideran «crueles».