Los astronautas leoneses Sara y Pablo 'alunizan' en la NASA: «Una experiencia inolvidable»

"¿Y si nos cogen a los dos?", esta era la pregunta que Pablo Álvarez le hizo medio en broma a su compañera Sara García, hace casi dos años. "Eso es casi imposible. Tendremos suerte si finalmente un español lo consigue", le respondió ella, que ni acertaba a soñar con lo que, tan sólo dos días después, cambiaría el curso de sus vidas.

El 23 de noviembre de 2022, ante los ministros de Ciencia de los países miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA), dos leoneses se colgaban "la capa de superhéroes", al ser nombrados astronauta de carrera y reservista, después de 18 largos meses de pruebas de selección. Ahora han podido visitar "como dos turistas más", el Centro Espacial Johnson de la NASA, cuya experiencia han relatado a través de esta crónica.

El de Pablo fue uno de los cinco nombres que la ESA anunció como los nuevos astronautas de carrera que empezarían su entrenamiento básico de forma inminente. Así, el leonés, luego de conceder infinidad de entrevistas y de dar decenas de conferencias acompañado de su compañera, se trasladó al Centro Europeo de Astronautas de Colonia, en Alemania, para comenzar una formación que finalizó en abril de este año. Apenas un mes después de su graduación, en mayo cruzó el charco para continuar su entrenamiento en el Centro Espacial Johnson de la NASA de Houston.

Sara García, que fue nombrada reservista junto a otros once candidatos, viajó al estado de Tejas para disfrutar, junto a su compañero y paisano, de los llamados 'Astronaut Days', en los que miles de turistas visitan el centro espacial, su emblemático museo y conocen a varios de los astronautas que se encuentran por allí. Sara y Pablo, camuflados entre los visitantes, recorrieron las instalaciones en las que Álvarez ejerció de 'recién llegado' anfitrión.

Su paseo recorrió lugares como el módulo de entrenamiento del Skylab o el módulo de mando del Apolo 17 y del Mercury 9, donde se tomaron fotografías delante de las réplicas del Rover (vehículo robótico). También visitaron la réplica de un transbordador espacial a lomos del Boeing 747 y el tren turístico les acercó al Rocket Park, donde se "asombraron" con el descomunal Saturno V, el cohete más alto, pesado y potente jamás volado, escribe Sara en la crónica publicada por El Mundo.

Finalmente llegaron a la piscina donde está sumergida la Estación Espacial Internacional, algo que dejó "sin aliento" a la leonesa: "Impresiona tanto visualizar los módulos a tamaño real rodeados de agua que imaginarlos suspendidos en el vacío inmenso del espacio exterior resulta sobrecogedor".

Precisamente tres días antes, Pablo realizó su primera inmersión en esta piscina con el traje de astronauta. Bajo la atenta mirada de 45 personas, entre buzos, ingenieros, técnicos, socorristas, monitores y otros colegas astronautas, Pablo ha sido el primer astronauta de la promoción de la ESA de 2022 en hacer este simulacro de EVA, para lo cual recibió clases de buceo durante su estancia en Colonia.

Cinco horas bajo el agua que Pablo superó y que le hicieron valedor de las felicitaciones de espectadores y compañeros de profesión. "Es muy difícil meterse en un traje espacial. Es como nacer, pero al revés", asegura Álvarez, mientras enseña el vídeo del acontecimiento a su compañera. Sara, por su lado, comenta que, para aquellos que han crecido con las imágenes de los astronautas en la Luna, meterse en esta mini nave espacial con forma humana es "un sueño".

Junto al Centro Espacial, en el pequeño restaurante Frenchie's Italian Cuisine, que ha visto pasar a tantas generaciones de astronautas, dos leoneses que cambiaron el Húmedo por el espacio exterior apuran las últimas horas de este reencuentro entre anécdotas, consejos y confidencias. A la salida se abrazan sin certezas de cuándo será la próxima vez que se vean, pero permaneciendo unidos por el cariño que se profesan y la tierra que les vio dar sus primeros pasos. "Nos une el deseo de representar a nuestro país y a Europa en el espacio. Nos une el compromiso por proteger nuestra canica azul. Nos une el seguir siempre hacia delante, con los pies en la tierra y la mirada en el cielo".