Diario de Castilla y León

Tribunales

Del Toralín al juzgado de Pedraz

Juan González Herrero, la cara visible del grupo financiero Herrero Brigantina, pasó de patrocinar la S.D. Ponferradina a ser el principal investigado de una estafa de 70 millones

Manifestación contra el grupo empresarial y en la foto pequeña Juan González

Manifestación contra el grupo empresarial y en la foto pequeña Juan GonzálezAgencia ICAL

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Valladolid

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Ha pasado un lustro, pero el último ascenso de la S.D. Ponferrada todavía permanece imborrable para los miles de aficionados que un 29 de junio de 2019 se congregaban en los asientos de El Toralín para vivir una noche histórica y que ya no se ha vuelto a repetir. Cuatro temporadas en el fútbol profesional que permitieron convertir en sumamente reconocible una camiseta forjada por decenas rayas blanquiazules, un escudo construido bajo una corona, un castillo y un balón -de los que no prescindió ni en su resideño por el centenario del club-, y una publicidad a cargo de Herrero Brigantina, el conglomerado financiero leonés fundado por Juan González Herrero y que está implicado en una estafa piramidal de 70 millones de euros.

Cuando Herrero Brigantina empezó a lucir en las elásticas ponferradinas en 2017, lo hizo en momento realmente complicado para el club, con estancia permanente en el fútbol de ‘barro’. Convertido en patrocinador principal, el equipo lograría en la siguiente temporada su cuarto ascenso a Segunda mientras la empresa de mediación aseguradora iba ampliando sus horizontes desde su sede operativa en Ponferrada hasta otros puntos de España, Estados Unidos, Holanda o Reino Unido, entre otros países.

Con el lema Certo in dubium (Certeza en la duda), el proyecto iniciado en 2011 por un grupo de economistas y abogados con gran experiencia bancaria se fue expandiendo de forma acelerada hasta llegar a ser reconocido de forma internacional por el prestigioso medio económico ‘Financial Times’. Mientras una caída de beneficios era un patrón que se repetía en gran parte de empresas de Europa, en Herrero Brigantina los ingresos pasaban de las seis cifras hasta siete, consiguiendo situarse en en puesto 151 de las entidades con mayor rapidez de crecimiento.

La fórmula funcionaba y hasta 35.000 clientes confiaban en los servicios de Juan González Herrero, con promesas de ‘jugosas’ rentabilidades a cinco o diez años. ¿La clave? «Escuchar de verdad al cliente, a la gente, y ofertar aquellas soluciones que el cliente necesita, cuándo y cómo lo necesita, pensando siempre en el bienestar y sus intereses y no tanto en lo que puede interesar a la entidad para la que se trabaja», declaró el empresario asturiano a la revista Forbes, aspirando a su vez a llegar a los 100.000 clientes en Europa antes de 2030.

Pero 2022 y 2023 serían años clave para la empresa: primero, con el fin del patrocinio a la S.D. Ponferradina tras cinco años y una inyección de un millón de euros -aunque, a continuación, su logo se impregnaría en la camiseta del Valencia C.F.-; segundo, con la aparición de noticias sobre supuestas prácticas fraudulentas que afectaban a multitud de víctimas a nivel nacional e internacional; y tercero, con el anuncio en el International Summit Financial de la salida a bolsa del grupo en 2023.

Del éxtasis se pasó al drama en un abrir y cerrar de ojos. Y es que solo seis meses después del anuncio de de González Herrero aparecían las primeras denuncias contra su grupo financiero, concretamente con afectados en Galicia, donde las oficinas se repartían por A Coruña, Lugo, Vigo o Santiago de Compostela.

«Esta entidad se comprometió a la devolución en un periodo de 30 días pero no se ha devuelto ni un sólo céntimo», denunciaba por aquel entonces el socio director del bufete de abogados Caruncho & Tomé, Carlos Tomé, que presentó la primera querella.

Desde Herrero Brigantina se negaron los hechos y se mantenían firme en su salida a bolsa, como también en la contratación de más personal, con 500 nuevos puestos en Ponferrada. Pero la compostura se empezaba a tambalear en agosto cuando se producían los primeros cierres de sus sedes, como ocurría en Oviedo, A Coruña o San Sebastián, mientras a las querellas de clientes se sumaban también las de sus propios trabajadores, que denunciaban el impago de nóminas.

Entre tanto, en el grupo se desataba una lucha interna entre directivos ante el modo de actuar de González Herrero, especialmente al ver cómo una ‘desconocida’ de nombre Kelly Galeano ocupaba, sin estudios ni formación, el puesto de vicepresidenta de la empresa, un escalafón por debajo de su marido, González Herrero. Y junto a ella, decenas de familiares empezaron a ser contratados con destino a Recursos Humanos.

Estalla el escándalo

El punto de mira ya estaba puesto sobre Herrero Brigantina hasta que en marzo de 2023 el mundo de la comunicación destapó una posible estafa de 40 millones por medio de irregularidades en sus productos de inversión.

Las noticias llegaron hasta la cúpula del grupo financiero que, de nuevo y a través de un comunicado, negó «categóricamente» estas acusaciones y amenazó con emprender acciones legales. «Estamos convencidísimos que muchos de los detalles en los que se basa la información publicada indican la mala fe con la que algunos antiguos empleados de esta sociedad están actuando, con la intención dolorosa de sembrar la duda ante nuestra intachable marcha en el mundo de los seguros y los productos financieros», reflejaban en su comunicado.

De poco serviría la evasión por medio de palabras ya que estaba iniciada una investigación por parte de la Policía Nacional, mientras se bloquearon las posiciones bancarias de González Herrero para asegurar la indemnización a las víctimas. De hecho, como informa el cuerpo, una vez el asturariano tuvo constancia de la inspección «comenzó a deshacerse de bienes inmuebles a su nombre y a expatriar capital fuera de España.», y con el colapso de su empresa y en evidencia la estafa, «huyó a Colombia».

Ya en diciembre, regresó a España y en pleno firme del aeropuerto de Barajas fue detenido y retirado su pasaporte para evitar una nueva fuga. Tras prestar declaración, quedó en libertad con medidas cautelares

Nueve detenidos

Sin noticias de González Herrero más allá de más oficinas cerradas y huelgas de trabajadores, la Policía Nacional efectuó en el pasado mes de marzo otro operativo que dejó siete detenidos. Además, se registró el domicilio de González Herrero y su mujer en Ponferrada donde, al margen de incautarse material relacionado con pólizas y con las sociedades investigadas, se intervinieron dos vehículos de alta gama y numerosos relojes y bolsos de lujo.

Ya en mayo, un nuevo operativo resultó con la detención de la novena persona implicada en la macroestafa e imputaron a otra como investigada no detenida.

Desarticulado el «grupo criminal» y tras el análisis de las más de 130 cuentas tituladas por los investigados, los agentes pudieron determinar que parte de la cantidad defraudada, que se sitúa entre los 40 y los 70 millones, se ha utilizado para el enriquecimiento personal del González Herrero y su mujer, así como -en menor medida- del resto de los integrantes del grupo que, a través de diferentes sociedades, ofrecía productos financieros con una rentabilidad atractiva a medio o largo plazo, haciendo creer a los inversores que dichos productos se encontraban bajo el respaldo de entidades aseguradoras de primer nivel. Así, los investigados se valían de un entramado societario complejo -compuesto por 21 sociedades constituidas en España, Estados Unidos y Reino Unido- y una red de oficinas distribuidas en 27 provincias de nuestro país para ofertar sus productos. Además, para reforzar la imagen de solvencia económica, falsificaron escrituras públicas de ampliaciones de capital millonarias que eran inexistentes.

Siguiente escollo: Pedraz

Ahora, tras años de investigación, la Audiencia Nacional imputa a la cúpula de Herrero Brigantina y cita a declarar a un total de once personas, entre ellos Juan González Herrero y Kelly Galeano, citados el 15 de octubre.

Entre los directivos de la empresa que pasarán delante del juez Pedraz para prestar declaración estarán Jorge Álvarez-Hevia González, Carlos Álvarez-Hevia González y Rufino Fernández Mall, que lo harán el 16 de octubre; Benjamín Suárez García, Antonio Lamas Do Monte y Jorge Cantón Vázquez, el 17 de octubre; y Mónica Diéguez García, Rodrigo Álvarez Alonso y Olga López López, el 18 de octubre. También tomará declaración Francisco Novella Torres.

También se alude como imputadas a las sociedades que forman el grupo, que declararán entre el 21 y 24 de octubre: Herrero Brigantina, North Atlantic Insurante Brigantina, North Atlantic Broker Company, North Atlantic Broker Servicios Crediticios, Herrero Brigantino Servicios Crediticios, Astudeme, y Compañía Leonesa de Mediación Aseguradora; Compañía Madrileña de Mediación Aseguradora, Compañía Galega de Mediación Aseguradora y Neonova Investors.

Más allá de las declaraciones de la cúpula, Pedraz también ha ordenado realizar una investigación de las transacciones financieras realizadas por los imputados y ha pedido a la Agencia Tributaria que le facilite su información fiscal de las personas y las compañías investigadas.

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