Pola de Gordón pide rebajar al 5% el pago municipal para la transición ecológica
El consistorio reclama «más solidaridad» porque los pueblos mineros están en «una situación crítica» y no pueden afrontar el 25% actual
Una transición justa . Eso es lo que reclama el Ayuntamiento del pueblo leonés de Pola de Gordón , un municipio de origen minero de 3.170 habitantes con una deuda de cerca de un millón de euros que asegura estar en «una situación crítica» .
El origen de su endeudamiento: el pago municipal de 600.000 euros desde el cierre de su mina y otros pagos a proveedores y un préstamo que ascienden a 400.000 euros más. Una «clara desventaja» frente a las localidades que poseían centrales térmicas, a cuyos Ayuntamientos llegó una cantidad de un millón de euros por otorgar a una empresa una licencia para desmontar la térmica.
«La transición no afecta igual al que viene de una térmica que al que tiene una mina. Nosotros no cobramos porque nos cierren la mina, sino que pagamos . Por eso pedimos una transición justa», explica el teniente alcalde de Pola de Gordón, Antonio García. A esta «desventaja», los pueblos mineros le suman el reparto de los fondos de transición ecológica que da la Unión Europea a España. Para optar a recibir parte de esa subvención, los Ayuntamientos tienen que presentar diferentes proyectos y, si son aceptados, las arcas municipales obtienen un 75% del presupuesto estimado que tiene el proyecto seleccionado. El resto, el 25%, lo debe pagar el consistorio. Proyectos presentados
Entre los proyectos que presentó Pola de Gordón, su teniente alcalde destaca el de la remodelación del Pozo Ibarra, una estructura de gran altura que recuerda el oficio de la extracción de carbón y es considerado un atractivo turístico en la zona .
«El Pozo Ibarra es único. El proyecto que presentamos es colocar tres cúpulas geodésicas alrededor que hagan un efecto invernadero para crear ecosistemas tropicales en ellas», explica García.
El presupuesto necesario para este proyecto se estima en un millón de euros , de los cuales, en caso de que se aceptase para ser financiado por los fondos de transición ecológica, Pola de Gordón, con sus poco más de 3.000 habitantes y su deuda acumulada por el cierre de las minas, debería de pagar 250.000 euros.
«Nuestro Ayuntamiento no soporta este gasto. Echamos de menos criterios socialistas de solidaridad y discriminación positiva. Un 95% de los fondos y que un 5% lo financiase el Ayuntamiento . Eso sí sería justicia», asevera el teniente alcalde de Pola de Gordón, quien afirma que no se sabe cuando «saldrán» los fondos de transición europeos.
«El momento en el que se decidirá el reparto de los fondos europeos destinados a transición ecológica es la pregunta del millón para todos. Estamos un poco cansados y seguimos esperando justicia», concluye indignado Antonio García, el teniente alcalde de este pequeño pueblo de origen minero.