De Flores del Sil a Manhattan

Hace no mucho tiempo el consumo de infusiones se asociaba a un momento puntual de enfermedad o debilidad. Quién no recuerda aquellas manzanillas con un poco de anís que en muchos hogares se dispensaba para problemas digestivos, calmar un dolor menstrual o conciliar el sueño. Las propiedades medicinales de las plantas ya se conocían bien en el Antiguo Egipto y en la época del Imperio Romano. Pero en los últimos años se ha convertido en un producto asociado al bienestar general, una bebida wellness, que proporciona equilibrio, salud física y mental. Una de las industrias que ha trabajado en ese empeño ha sido Pharmadus Botanicals, una empresa familiar nacida en 1965 en el popular barrio de Flores del Sil de Ponferrada (León). La familia Escudero fundó La Leonesa, un taller artesanal que se supo anticipar a las necesidades con un propósito: cuidar de la salud de las personas a través de las infusiones. «Tanto mi padre, Secundino Escudero, como mi tío fueron unos visionarios en su tiempo. Personas con mucha curiosidad, ambición y humildad al mismo tiempo. Poco a poco, con mucho esfuerzo y tesón fueron creciendo. 

Esto les dio la oportunidad de viajar y conocer a personas que aportaron mucho conocimiento sobre el mundo de las plantas medicinales, que ellos supieron aprovechar con valentía», sostiene Beatriz Escudero, hija y sobrina de aquellos fundadores y en la actualidad CEO de la empresa. Hoy sus infusiones llegan hasta Manhattan por poner un ejemplo. Su apuesta por la innovación, la segmentación y la apertura a nuevos mercados han marcado los ejes de su estrategia de crecimiento y expansión. Una fórmula de éxito que ha funcionado. En este tiempo Pharmadus Botanicals ha unido su amor por la botánica con la investigación para desarrollar productos que aporten soluciones a las demandas del público. «En el contexto actual, con tanta incertidumbre y cambios tan rápidos y tan profundos, nuestra salud mental y digestiva, tan interconectadas con la microbiota intestinal son nuestro foco principal», asegura.

De Manasul a hoy

Manasul fue el gran éxito empresarial de Pharmadus. Una estudiada combinación de plantas que aterrizó en los ochenta para combatir el estreñimiento y el control de peso. Aquellas cajas azules que aún hoy mantienen el mismo diseño y se vendían en farmacias fue su gran producto estrella. «El éxito de Manasul (poca gente sabe que significa Manantial de salud) estuvo en que era natural, seguro y muy eficaz. Estos valores asociados a Manasul, forman parte del legado de la primera generación de la familia y que ahora tratamos de mantener, actualizar y transmitir a todo el equipo y a la siguiente generación».

Laboratorio de plantas

Tras el relevo generacional la empresa se trasladó en 2006 de Ponferrada a Camponaraya, en unas instalaciones de 10.000 metros cuadrados en lo que fue el primer laboratorio farmacéutico europeo especializado en el estudio y envasado de plantas en infusión.«Camponaraya significa compromiso, responsabilidad y la oportunidad de crecer en el lugar donde nos gusta vivir».

Para la elaboración de todas estas infusiones, los laboratorios de Pharmadus Botanicals reciben hasta 148 variedades de plantas de diferentes lugares del mundo, desde el norte de África y Argentina hasta Rusia, China o la India. «Recolectamos, secamos, limpiamos cuidadosamente y desinfectamos nuestras plantas antes de enviarlas a nuestras instalaciones en León, donde analizamos las plantas con estándares farmacéuticos, los más exigentes de la UE. Para ello, colaboramos con empresas con implantación internacional para la realización de auditorías y algo que es esencial para nosotros: Construir relaciones de confianza con nuestros proveedores, para asegurar que las plantas que envasamos se han seleccionado de acuerdo con nuestros exigentes criterios. Otro aspecto que es fundamental para nuestro modelo de negocio es contar dentro de nuestro grupo de empresas con el Laboratorio Biosalud, ubicado en nuestras instalaciones de Camponaraya y especializado en el control físico-químico y microbiológico de aguas y alimentos. Aquí realizamos controles de pesticidas, metales pesados, patógenos…y también la valoración de los principios activos en que basamos la funcionalidad de nuestras infusiones. Este control interno, supone un valor fundamental en la diferenciación de nuestro modelo de negocio, respecto a otras empresas del sector».

En la actualidad la empresa atraviesa un dulce momento. Elabora más de 100 millones de infusiones cada año bajo sus marcas Manasul, Helps, La Tetera Azul, dirigida al consumidor más gourmet y su última marca, Ébano, centrada en infusiones artesanales. Cada una de ellas dirigidas a un determinado tipo de público y necesidad. Porque la ‘personalización’ como define Beatriz Escudero, ha sido una de sus señas de identidad. Su lema o leitmotiv ‘Creemos en el poder de las plantas’ lo han llevado hasta la última expresión. Sus esfuerzos están centrados en productos saludables, con rigor y seguras, disfrutando de su aroma y su sabor. «Nuestro propósito es ayudar a las personas a saborear la vida de forma saludable a través de las infusiones».

El equipo humano con el que trabaja está formado por 40 personas, la mayoría mujeres, con un plan de desarrollo profesional. Uno de los retos en el que trabaja es el de consolidar su apoyo a la sostenibilidad iniciado en 2017 con la eliminación de plásticos. «Buscamos asegurar cultivos con criterios de diversidad y responsabilidad ambiental para que tengan un impacto social positivo allí donde se producen».

Mercado exterior

Uno de los grandes éxitos sobre el que se ha sustentado la empresa ha sido la internacionalización. El mercado exterior representa un 30% de las ventas, con presencia en EEUU, Latinoamérica y países de la UE como Portugal y Francia. «Nuestra estrategia apuesta por las plataformas digitales, a través de Marketplaces y así estar más cerca de nuestros clientes».

Los tiempos han cambiado en estos 60 años de existencia pero lo que Pharmadus mantiene es su compromiso y arraigo con El Bierzo. «Una de las frases favoritas de mi padre era ‘Nunca olvides de donde vienes’ y de aquí nace nuestra gratitud hacia el Bierzo y nuestro compromiso con las personas de nuestra tierra. Nos gusta vivir aquí y trabajamos cada día para animar a más personas a hacerlo, ofreciendo trabajo estable y condiciones que les permitan crecer personal y profesionalmente».