PASTAS UKO (CERVERA DE PISUERGA, PALENCIA)
El Socorrito embajador de cervera
Esta empresa familiar ha mantenido las mismas señas de identidad y arraigo con el territorio desde su creación en 1958
La Montaña Palentina representa una especie de horno artesanal desde donde salen cada día auténticas joyas realizadas con la mejor materia prima como pastas Uko. Muchos caerán en el nombre de esta empresa de tercera generación en cuanto oigan hablar de los Socorritos, unos famosos lazos de hojaldre creados hace casi 70 años que son toda institución.
Fue Raquel Cabeza la que en 1958 y animada por sus padres -Ángel y Socorro- viajó a León con la idea de formarse en pastelería para ampliar el abanico de productos de la Cafetería Florida que regentaban en el centro de Cervera de Pisuerga. La historia de Raquel es la de una joven emprendedora adelantada a su tiempo que llegó a entrar en un convento de monjas de clausura, un periodo en el que enseñó a las religiosas a elaborar productos de repostería.
Fue así como nació esta exquisita pasta de suave textura que ha endulzado la vida de muchos generaciones. La confitería del centro del pueblo se fue quedando pequeña hasta abrir unas instalaciones más amplias de 2.500 cuadrados, entre fábrica, almacén y oficinas, que abrieron sus puertas en 1988 y que permanecen fieles a su esencia artesanal.
Aunque ya está jubilada desde hace años, Raquel sigue acercándose a la fábrica a ver de primera mano el proceso que siguen. Ella misma subraya que «la sensibilidad, el cariño y en definitiva, el alma es la materia prima principal» para lograr mantener el sabor y la calidad durante tanto tiempo.
En realidad lo que las hace diferentes, aparte de su proceso totalmente artesanal (se cortan a mano y no hay dos iguales), son los ingredientes naturales: mantequilla de vaca, manteca natural de cerdo, harina de trigo, azúcar, huevos frescos, cobertura de chocolate y almendra (sin aditivos, colorantes ni sucedáneos).
El nombre de Socorritos no fue baladí sino que con él quisieron rendir homenaje a la matriarca de la familia y fundadora. «La caja de los Socorritos es una enciclopedia que resume toda una historia de sensibilidad de nuestra familia, lleva el escudo de nuestra casa, concentra el sentimiento más noble», comentaba la propia Raquel en una visita.
Los lazos espolvoreados con azúcar glass se han mantenido inalterables desde su creación. A ellos se añadieron los bañados en chocolate. Con el tiempo los famosos Socorritos se han convertido en una especie de un distintivo de Cervera, un dulce souvenir que todo aquel que lo prueba lo asocia a esta localidad palentina. Sus productos han mantenido la mismas recetas que Raquel creó en sus inicios. Siguen trabajando con los mismos proveedores de confianza de toda la vida y que han sido parte de su familia. «No nos volvemos locos en sacar productos nuevos, somos más clásicos en mantener el producto de siempre, lo que sabemos hacer, con la misma mantequilla, harina y azúcar; simplemente nos adaptamos a tamaños y formatos, que en la actualidad son más pequeños, que es lo que te pide el cliente, el consumidor final», afirma Alejandro Merino.
Junto a ellos conviven sus pastas de té, las pisuerguinas, las toribiucas, los palentinos, los tortos de almendra y los sequillos, que siguen teniendo la fórmula de su madre con manteca de cerdo, pero ibérico y de Guijuelo.
Hace una década la empresa comenzó a dar paso al relevo generacional. «Mi padre Ramón ha estado 40 años y acaba de jubilarse», señala Alejandro, representante de la segunda generación de pasteleros artesanos.
En la actualidad Uko emplea a una veintena de personas que residen en el entorno de esta comarca palentina. Sus productos se venden en todo el territorio nacional a través de grandes superficies y tiendas delicatessen. «Nuestro principal mercado es el nacional, de Madrid a la zona norte». Pero si hay un canal que ha ido cobrando mayor protagonismo ha sido la tienda online. «Desde la pandemia empezó a acaparar ventas. Intentamos dar soluciones al cliente, escuchar sus necesidades y acortar los plazos de entrega».