La unión del Mediterraneo y el río Lobos

Comerse un buen arroz es uno de los grandes placeres de la gastronomía española. La fama se la lleva el levante, pero en Valdemaluque (Soria) hay una 'embajada' gastronómica. El Restaurante Arrocería el Toro ha reunido todos los ingredientes para haberse convertido en un punto de peregrinación para los amantes del buen arroz que llegan desde distintas provincias. Un chef llegado desde 'la terreta', experiencia, mimo e ingredientes de calidad han conformado uno de los restaurantes más pujantes en la provincia de Soria.

Detrás de todo ello están Miguel Ángel Ramírez al mando de los fogones y Amalia Escuín a pie de sala, amén de otros cuatro trabajadores. Todo comenzó enamorándose de Soria. «Nos encantaba la tranquilidad que nos daba venir a Soria, nos gustaba la zona y llevamos ya cerca de 15 años» en la provincia. Primero trabajaron en Cubo de la Solana y finalmente dieron el paso hacia Valdemaluque. La elección tenía una doble vertiente, la de buscar «siempre la tranquilidad pero también un lugar confiando en que hiciese venir a la gente». La cercanía a El Burgo de Osma y al Cañón del Río Lobos ayudaron a tomar la decisión, uniendo así las gastronomías de dos zonas bien distintas pero igualmente ricas.

Para ello se apostó por ofrecer dos pilares de la buena cocina: un horno de leña y una parrilla de brasas. Gracias a ello Miguel Ángel presume de «un buen lechazo asado, un buen torrezno y nuestro punto fuente , que es el arroz». Como muchos de los clientes «repiten, siempre tenemos alguna novedad. Hay clásicos como el arroz con bogavante, a banda, arroz negro y hemos incorporado con boletus y pollo de corral y está gustando muchísimo». La cocina con setas es de hecho otra de las especialidades del restaurante.

A ello hay que sumar «una amplia oferta de entrantes, ensaladas... Siempre tratamos de apostar por productos de la zona y por ejemplo el 80% de nuestros vinos son de Soria». Por eso, además de las alabanzas a los arroces con toques de mar, es fácil leer aplausos en internet al rabo de toro o a las manitas, o a unos boletus a la miel que le han valido premios. Los tiene ya en los concursos a la Mejor Tapa Provincial a la mejor croqueta de Soria, pero también en forma de muy buenas críticas y clientes que vuelven al Restaurante Arrocería El Toro.

Para lograrlo desde un pueblo pequeño «hay una constancia, una apuesta por nosotros mismos. Somos capaces de traer a la gente. Luego hay que tener un poco de suerte y siempre ayuda que aquí llegamos con cierto nombre». Su gran orgullo, «lo más gratificante, siempre es la crítica del cliente que viene, que repite, con el que llegamos a hacer amistad». Lograr fieles que se desplacen reiteradamente hasta un pueblecito que no llega a 150 habitantes sólo para comer tiene su miga.

Pero se logra. Gracias a ello hasta El Toro de Valdemaluque «nos vienen exclusivamente a comer clientes habituales de Logroño, Madrid, Valladolid o Burgos y de pueblos de esas zonas, como Ayllón o Riaza (Segovia)». Como anécdota cuenta el caso de unos comensales de Madrid que les descubrieron en la Semana Santa de 2023. «Desde entonces han subido siete u ocho veces», apunta Miguel Ángel con lógico orgullo.

Un orgullo que también siente por su origen y las recetas de su tierra. «Hago arroz, no paella, que soy de Alicante», puntualiza con una sonrisa. En lo personal se declara «amante de los arroces» pero no se atreve a elegir uno. «Cuando nos preguntan cuál recomendamos sólo podemos decir una cosa: 'El que más te guste’». En el fondo el chef confiesa que «me gusta comer, pero comer bueno y bien», algo que trata de plasmar en sus platos.

Con leña, brasa y mimo ha ido haciéndose un nombre que ya trasciende de Soria. Hay quien va a ver el Cañón del Río Lobos y para allí a comer, pero también hay quien va allí a comer y ya, como complemento, visita el Cañón. Una de las últimas críticas en internet, de un cliente de Madrid, resume lo que es el Restaurante Arrocería el Toro de Valdemaluque: «Arroces como en Alicante, pero en Soria».

En Google atesora 4,7 sobre cinco estrellas. En plataformas como The Fork, un 9,1 sobre 10. El Mediterráneo queda algo lejos, pero lo mejor de su sabor rebasa los límites hasta llegar a Castilla y León. Si los arroces se complementan con quesos, cecina, torreznos, croquetas caseras, boletus con alioli de miel, carrilleras, rabo de toro, carnes a la brasa o buenos bacalaos, siempre habrá algo para todos los gustos. Una feliz confluencia del mar y el río Lobos.