Simancas, memoria del mundo
El Archivo de Simancas en Valladolid nos ofrece un viaje para conocer las entrañas de la historia desde finales del S.XV. Impulsado por Felipe II, es el primer archivo documental del mundo
Son guardianes de un tiempo pasado , albaceas que custodian el legado de hechos históricos. Los archivos representan la identidad de un presente hilvanado a puntadas de episodios del pasado; en ellos se muestra la belleza de documentos que brillaron en algún momento de la Historia. Si hay uno que sobresalga sobre los demás por su importancia es el Archivo de Simancas . Entrar en este castillo es hacerlo a las entrañas de la historia de España. En él se conservan mapas cartográficos, documentos de Hacienda, instrucciones reales, cartas epistolares y hasta Patentes de corso. Muchos se sorprenderán al saber que en su interior se encuentra la documentación más rica que se conserva de Miguel de Cervantes o que reposan escritos tan valiosos como el testamento de Isabel la Católica. O que también se conserva el primer mapa de Aranda de Duero, un plano urbano fechado en 1503. Legados de gran valor y aportación por los cuales le fue reconocido en 2017 por la Unesco con el título ‘Memoria del Mundo’ de este Registro Internacional Patrimonio de la Humanidad.
De depósito a archivo
La fortaleza medieval ubicada en la villa vallisoletana del mismo fue en su origen propiedad de los Enríquez, Almirantes de Castilla . El lugar da la bienvenida a los visitantes que se acercan a conocer este enclave situado en un lugar estratégico, a orillas del Duero. Tras sus muros de piedra se guarda un prolijo tesoro documental que abarca todo tipo de mapas, Tratados de Paz y diversa documentación desde la época de los Reyes Católicos hasta la entrada del Régimen Liberal. «El Archivo de Simancas alberga uno de los patrimonios documentales más sobresalientes del mundo desde la segunda mitad del s.XV hasta principios del s. XIX, un periodo en el que la Monarquía Hispánica dominó una parte fundamental del escenario mundial», afirma rotunda Julia Rodríguez, directora del centro desde hace casi cuatro décadas. Sus palabras denotan una profunda admiración y vocación por el que ha sido su lugar de trabajo durante casi cuarenta años. Tras realizar los estudios de Filosofía y Letras en la especialidad de Historia Medieval en la Universidad de Valladolid, se incorporó en 1986 por oposición al centro simanquino. Conoce cada rincón de este castillo que en un principio sirvió como depósito de objetos valiosos y cuyo uso fue evolucionando en el tiempo hasta servir incluso de cárcel de máxima seguridad para presos políticos durante las revueltas comuneras siendo Antonio Acuña, obispo de Zamora, uno de sus presos más famosos . «En la época de los Reyes Católicos no existía un archivo, sino pequeños depósitos documentales dispersos por la geografía castellana. Estaban, bien en recintos monásticos que eran lugares seguros o en distintas fortalezas –como el castillo de Medina del Campo, Arévalo o Segovia– o bien en las propias casas de personajes que ocuparon altos cargos en la administración. Hubo un primer intento que fracasó», explica.
La creación del Archivo como espacio estable es obra del emperador Carlos V; tiene lugar en 1540, tal y como acredita uno de los documentos que se guardan en él. De esta manera nombra a un «tenedor del archivo de las escrituras tocantes a nuestro Patrimonio Real» y decide que éstas se guarden en un cubo de una fortaleza, la de Simancas. En realidad su nacimiento surge con una conciencia clara, conservar los documentos que acreditan los derechos de los Reyes de Castilla. Para hacerse una idea de la trascendencia que tiene, se recurre a uno de los lugares más seguros que existen en la época moderna, un castillo de piedra con su foso, puente y muralla defensiva busca para poder dar cobijo a las escrituras.
Primer archivo del mundo
Sin embargo no alcanza su máximo esplendor y desarrollo hasta la llegada de Felipe II. «Es el gran configurador del Archivo de Simancas, con él se transforma en archivo de la Monarquía Hispánica. Se da un salto cualitativo y se inicia un proceso de obras que hará que Simancas sea el primer gran edificio concebido como archivo en el mundo. Hasta entonces había archivos pero ninguno se había construido bajo unos parámetros archivísticos, lo que le otorga una primacía tremenda porque se hace bajo criterios extraordinarios de innovación y modernidad. Eso se hace bajo el encargo del arquitecto del rey, Juan de Herrera anque hubo otra figura decisiva que fue Diego de Ayala (primer archivero nombrado por Felipe II)», explica Rodríguez. A lo largo del año Simancas muestra este legado histórico en visitas abiertas para todo tipo de público.
«El Archivo de Simancas es una confluencia arquitectónica de una antigua fortaleza a un centro archivístico del s.SVI», asevera. Nos muestra con orgullo cada una de las salas, donde se empleó madera procedente de Valsaín (Segovia). «Esta biblioteca tiene el sello de Juan de Herrera, arquitecto de la corte con Felipe II», explica. Otros autores como Francisco de Praves y Francisco de Mora. Y más tarde, en el s. XVIII, Ventura Rodríguez, también intervienen en el Archivo que desde 1844 se abre a la investigación.
El lugar rezuma paz y un ambiente de estudio. Es un centro internacionalmente reconocido para estudiosos e investigadores de todo el mundo. De forma paralela el centro ha ido evolucionando, sometiendo sus archivos a un proceso de digitalización para preservar el estado de los documentos originales y facilitar su difusión.
A lo largo del año se organizan diversas exposiciones para dar a conocer al público tanto el continente como el contenido. En estos momentos se muestra ‘La fortaleza de la Memoria: historia y fondos del Archivo de Simancas con entrada gratuita. «La exposición recoge reproducciones. Los hemos sustituido por los originales por la sequía, normalmente se mantienen parámetros muy buenos pero las condiciones ambientales podían afectar a documentos», señala. En ella podemos contemplar los planos de las obras de ampliación que se realizaron de acuerdo con el proyecto de 1578 de Herrera. O mapas y planos de Paraguay o Cartagena.
Pero la joya de la corona que se guarda en el interior del castillo es el fondo documental englobado bajo la denominación de Patronato Real, una sala con planta octogonal que guarda arquetas de madera adornadas con herrajes, escudos y rótulos indicadores de la documentación que albergan así como alacenas con una separación estricta de las distintas series de la colección. Concentra la documentación más antigua y, dentro de ésta, la más relevante, en número, a cualquier otro fondo. Testamentos reales, las Capitulaciones y contratos matrimoniales, igualmente como documentos acreditativos del traspaso de los derechos reales. Los Tratados de paz, Treguas y Capitulaciones políticas entre estados o poderes. Las Credenciales, Instrucciones a embajadores, Poderes o simples Cartas de contenido diplomático. Los privilegios reales de traspaso de derechos o concesión de merced y confirmación a distintas instancias civiles, eclesiásticas y particulares. Las escrituras de Renuncias de poder e Instrucciones dadas por los Reyes en sus ausencias.
Guía práctica
Dirección. Calle Miravete, 8 47130 Simancas, Valladolid.
Teléfono. 983 590 003
Horario de visitas. De lunes a domingo de 10 a 14 h y de 17 a 21. Visitas guiadas de lunes a viernes (laborables) entre las 9 horas y las 14 horas. Los grupos interesados en realizar una visita guiada deben enviar un correo electrónico (ags@cultura.gob.es) con al menos 15 días naturales de antelación. Formularios disponibles en la página web (www.cultura.gob.es)
Dónde comer. Restaurante La Casa del Arte: C/ Cañuelo, 1. Teléfono: 983 590 002
Restaurante La Excusa:
Pl. Puente, 3. Tel.: 983 858 282
Restaurante Las Tercias: C/ Tercias, 4. Teléfono: 983 590 482 Restaurante Los Infantes: C/ Tercias, 2. Tel.: 983 590 782.