RESTAURANTE LOS ROSALES
El nieto de la Cuca sigue al pie de la Nacional
Hoy, el Rosales es célebre por sus carnes a la brasa. Desde el comedor se ve la parrilla. Todavía se pueden comer algunos platos de la abuela, el caldo de berza, un guiño a La Cabrera , y las patatas con carne que siguen siendo un éxito junto al cordero guisado. Ya solo por ello merece la pena salirse de la autovía y comer en este hostal restaurante de toda la vida . Hace cincuenta años más o menos los abuelos de Tito, Gonzalo y Obdulia (Cuca) , abrieron este restaurante hostal de carretera.
Antes de la Nacional seis y de la autovía. Desde entonces, Los Rosales y la cocina de la Cuca siguen a pie de carretera defendiendo una infraestructura necesaria y comprometida durante todos los días del año. Tito Encina y su mujer Azucena Morán están al frente del complejo , al lado de una gasolinera. Esto es importante porque la Cuca en los sesenta ya tenía en Puente Domingo Flórez, a la otra esquina del Bierzo, una casa de comidas, habitaciones, huerto, rebaño de ovejas, aprisco y surtidor. Tito reconoce que lo lleva en la sangre y no ha perdido su vínculo con La Cabrera.
Tiene casa en Benuza. De ahí que asegure que pronto preparará unas jornadas de cocina 'cabreiresa' en su restaurante de Almázcara que, junto a su hermano Gonzalo, ha heredado de la familia. Este restaurante de carretera no renuncia a la cocina rural y popular. Sus menús por 14 euros incluyen varios platos a elegir. A la carta se come por 35 euros. No faltan sopas, verduras, pasta, guisos, legumbres, carnes rojas y platos como fréjoles con chorizo y cachelos y algunos guiños más modernos como el risotto de boletus y trufa. Arroz negro y, en ocasiones, congrio, bacalao y lubina a la romana.
Los guiños locales del pulpo a la gallega y un botillo con garbanzos, repollo y cachelos. No podía estar al margen de los vinos bercianos, empezando por los más próximos a la casa, Dominio de Tares además de referencias de otras denominaciones de origen de la región. Los Rosales se ha ganado a pulso ser una referencia de la cocina berciana en las manos de un cabreirés. Siempre a pie de carretera. Nacional.