museo del ferrocarril (venta de baños, palencia)
La historia contada desde el tren
Este espacio abierto hace un año narra la revolución industrial que supuso este medio de transporte
La llegada del ferrocarril supuso un hito histórico, un elemento de progreso y desarrollo para las ciudades y pueblos por donde transcurría . A Venta de Baños (Palencia) llegó en noviembre de 1860, con el tramo Venta de Baños-Burgos, y pronto se convirtió en un importante centro neurálgico de la Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España.
La estación acogió numerosas visitas de la realeza española y la actividad de transbordo de mercancías, especialmente ganado y vino, fue muy importante. Hoy forma parte de la memoria colectiva de las gentes de este núcleo que vieron cómo este elemento de comunicación trajo riqueza en aquellos días que el ferrocarril cambió el mundo.
Las primeras locomotoras del ferrocarril eran de vapor, lo que motivó que en 1930 se construyera en la localidad una briquetera, para la elaboración de briquetes, bloques prensados con forma de ladrillo elaborados con una mezcla de brea y de hulla de las minas de Barruelo de Santullán, que constituían el combustible para estas locomotoras.
Hace casi un año –en enero de 2023– abrió sus puertas el Museo de Ferrocarril de Venta de Baños. Ubicado en las antiguas instalaciones de la Fábrica de Briquetas (La Briquetera) de la localidad venteña, recorre este pasado histórico no tan lejano. En él podemos contemplar cómo eran los antiguos vagones tras someterlos a un proceso de restauración gracias a la labor de Avenfer (Asociación Venteña de Amigos del Ferrocarril). Se trata del único museo público sobre el ferrocarril existente en Castilla y León, uno de los siete de estas características de España. En el recorrido podemos contemplar paneles informativos, maquetas, uniformes típicos de los trabajadores ferroviarios, herramientas, señales manuales, locomotoras y vagones de madera a escala, teléfonos, lámparas de carburo, agujas, maquinarias varias, lámparas, botiquines… un viaje al ferrocarril desde sus inicios.
El museo, tiene una parte exterior, con un parque para trenes de jardín que habitualmente recorre un tren a escala réplica de las míticas locomotoras apodadas como las Ye-yés. Mención especial merece El Piojo Verde, conocido así por su característico color, un coche mixto, vagón y máquina integrados formando una especie de autobús con la máquina de combustión separada de los viajeros por una simple reja.