«La Posada es el periodismo de convicciones que se convierte en un ejercicio de compromiso social»

«Es el periodismo imprescindible que se dedica a los imprescindibles. Gentes en cuyas trayectorias reside, no nuestra complacencia, sino nuestra ambición». Con esta afirmación, el director de El Mundo de Castilla y León , Pablo Lago , pone en valor la importancia del periodismo, porque «La Posada es el periodismo de convicciones que se convierte en un ejercicio de compromiso social», asegura el directo de El Mundo de Castilla y León en un momento de su discurso de los Premio La Posada.

«Imprescindibles» como el director general de Galletas Gullón , Juan Miguel Martínez Gabaldón, premio a  la Trayectoria, «sin duda una figura imprescindible en el panorama económico de Castilla y León de las dos últimas décadas», remarca Lago, a la vez que fija a Gullón como «emblema». «Es mascarón de proa de nuestra potencia agroalimentaria», manifiesta el director de El Mundo de Castilla y León, quien en este punto de su intervención mira hacia la fundadora de Gullón, María Teresa Rodríguez, «la personificación de la humildad, que ha levantado la mayor y más moderna fábrica de galletas de Europa en un pueblecito de la montaña», incide. 

Es aquí donde Pablo Lago vuelve la vista, de nuevo, a ese periodismo imprescindible para contar lo que hace imprescindibles a los 14 premiados de La Posada. Periodismo que es  el que se encarna en La Posada.

«Todo esto hay que contarlo y  propagarlo. La Posada es la fórmula en la que el periodismo elude la equidistancia y se convierte en un ejercicio de compromiso social , en el que el valor del periodismo trasciende a lo meramente informativo. Es el periodismo de convicciones», manifiesta el director de El Mundo de Castilla y León, quien a renglón seguido destaca: «Un periodismo de raza y racial que se adentra en la verdadera naturaleza de un territorio y sus actores económicos y sociales».

Periodismo de viajes del que, en palabras de Pablo Lago, quien más sabe es uno de los pioneros y aguerridos de este género. «Nuestro intrépido Javier Pérez Andrés. Al que llaman, por su bravura, el de La Posada, el de El Arcón o el de El Picaporte. Todo un compendio de polifenoles narrativos», explica.

Mención especial al reciente premio Nacional de Hostelería e inminente Premio Cossío a la trayectoria , a quien Lago señala como pionero de este periodismo. «Con él, y en compañía de otros, comenzó el suplemento de La Posada cuando esta faceta del periodismo era inexistente y escasamente inimaginable», manifiesta el director de El Mundo de Castilla y León, quien califica como «pionero, precursor y emprendedor» a Pérez Andrés, «cuyo «mérito es haber creído en una idea y preservar en la convicción», resalta.

Un periodismo, el de La Posada, el de «llevar a un periódico la crónica de una tasca y su carta o los desvelos de una bodega» que Pablo Lago asegura que «empezó en España con Javier Pérez Andrés y con otro castellano y leonés. Berciano de Tremor de Abajo para más señas. El afamado y ya desparecido Feliciano Fidalgo, que trajo de su corresponsalía en París la tradición periodística afrancesada de la crónica y la crítica gastronómica y enológica. Con ellos empezó todo y es de justicia reconocérselo . Son nuestras raíces».

Como es de justicia reconocer a los catorce premiados de La Posada, a quienes señala como generadores de riqueza. «Si pusiéramos en una balanza la riqueza que generan estos 14 ilustres emprendedores, llevaríamos al pleno empleo a casi cualquier provincia de España», asegura. Premiados que, según el director de El Mundo de Castilla y León, aportan «prestigio y reputación» a Castilla y León. Y lo hacen con sus marcas, sus compañías y sus trayectorias.

«Un grupo de sabios ha sentenciado que sois los mejores de los nuestros. No hay amnistía capaz de anular la devoción que vuestra bondad nos ha ocasionado», afirma. 

Y eso, según resalta Lago en otro momento de su intervención, es lo que premian los galardones de  La Posada «empresas, marcas, calidad, distinción, excelencia, prestigio, trayectoria, confianza, ambición, valentía, ímpetu… Y muchas cualidades más». «Pero, esencialmente, lo que premiamos –finaliza– es a buenas personas . Que es lo que les define a ustedes y sus circunstancias por encima de su abundancia de méritos».