museo del trillo (cantalejo, segovia)
Viaje a la Castilla de antes
Cantalejo acerca su pasado histórico, vinculado al trillo, en este espacio etnográfico
El Museo del Trillo cuenta con 6 salas donde muestra el oficio de este apero de labranza. / L.P.
Hasta los años sesenta del siglo XX la localidad de Cantalejo era conocida en toda España por la buena factura de sus trillos y cribas, imprescindiblea herramientas de labranza en tierras de cereal. Llegaron a fabricarse entre 30.000 y 60.000 unidades al año y, cada primavera, eran centenares los carros cargados con trillos que salían de este municipio en dirección a todas las regiones cerealistas.Según narran las crónicas de la época, los trilleros de Cantalejos y otros pueblos de la comarca utilizaban los pinares de la zona como materia prima para hacer trillos.
El origen de este utensilio de labranza que se empleaba para el desgrane del cereal se remonta a la época de los romanos . Se compone de una serie de tablas en las que se insertan pequeñas piedras de sílex que sirven como elementos de corte. Su fabricación se concentraba durante los meses de otoño e invierno y la búsqueda de mercado y comercialización empezaba en primavera, en los meses de abril y mayo.
El oficio cuenta con una jerga propia, así el briquero hace referencia fabricantes de trillos y aperos de labranza, tratantes de ganado así como de otras actividades comerciales. O loss ‘chiflos’ y ‘chiflones’, palabras procedentes del árabe que en gacería significan trillos. La palabra trillo viene del latín ‘trigolum’ pero la ‘chifla’ es el tipo de piedra utilizado para ‘enchinar’.
Aunque ha quedado en desuso, en la actualidad podemos conocer parte de este pasado que forma parte de nuestro patrimonio etnográfico gracias al Museo del Trillo. El espacio, ubicado en la carretera de Sepúlveda, representa la historia del pueblo de Cantalejo en imágenes, aperos de labranza, utensilios y maquinaria utilizada en diferentes oficios, como el de Resinero. En su sala de cine se proyecta un impresionante y didáctico vídeo sobre la construcción de un trillo, que hará las delicias del visitante. Además, cuenta con exposiciones temporales de pintura, fotografía, etc. La entrada es libre y puede visitarse en periodos vacacionales como Navidad y también concertando visitas previas.
A partir de seis temáticas: Siembra, Siega, Acarreo, La Trilla, La Limpia y El Granero, en sus salas pueden contemplarse imágenes, aperos de labranza, utensilios y maquinaria utilizada en otros oficios, como el de resinero. Además, hay una sala donde se proyecta un audiovisual de unos 17 minutos que muestra de forma muy didáctica cómo se elabora un trillo. Cuenta con una sala de exposiciones temporales, donde también se organizan otras actividades como presentación de libros y charlas o conferencias.
El trillo es una pieza fundamental en la cultura de los vecinos de Cantalejo, que ha visto a lo largo de su pasado histórico cómo este elemento de uso cotidiano en las gentes del campo estaba tan arraigado a la vida de sus gentes. El trillo cantalejano forma parte de nuestra cultura popular, la vida -no tan lejana- de nuestros antepasados.
En la actualidad existe una demanda creciente de estos aperos, lo cual viene motivado por su valor decorativo y artesanal.