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Parador de Zamora

Goyo, el cocinero de los condes de Alba y Aliste

Goyo, en el comedor del restaurante del Parador de Zamora.- E.M.

Publicado por
JAVIER PÉREZ ANDRÉS

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C omer bien en el Parador fue siempre un toque de distinción. Hoy en algunos de ellos sigue pasando lo mismo. Cachopo de ciervo, arroz a la zamorana, bacalao a la tranca, rabo de ternera y solomillo de Aliste, migas de la trashumancia… estamos en Zamora. Un restaurante que no olvida donde cocina y cuya imagen es importante para el turista. Pero también la carta se abre a anchoas, ensaladas, cremas frías, corvina, rodaballo, cocochas de bacalao o paletilla de lechazo, entre otros platos diseñados por Goyo, el jefe de cocina del Parador. Goyo es ya un zamorano más dentro y fuera de la cocina que dirige con bastante criterio y acierto. Sin abandonar su propia comanda siempre está cuando se trata de defender alimentos tradicionales, platos y recetas de toda la vida o entregarse a tope a las causas solidarias. Ese es el camino. La cocina de los Paradores nacionales de Turismo cuenta con el aplauso de los comensales viajeros. Una comanda en parte identificada con el escenario cultural del Parador que, si bien ha logrado una clientela propia en el hotel, también en este caso, en sus comedores. Y este el éxito de algunos establecimientos de la red como este de Zamora. Sin duda un envase de banquetería y actos y un hotel de prestigio pero también un restaurante sin altibajos y con unos platos bien definidos En esto interviene la mano del jefe de cocina, Gregorio Moreno. Emeritense, con más de 33 años de oficio, un profesional de la casa que lleva 22 años en el Parador de los condes de Alba y Aliste situado en la céntrica plaza Viriato. Goyo cuenta con José Sanchez y Lucía Zurdo en el equipo de cocina. Y en sala con Conchi Álvarez, que ejerce de sumiller. Los vinos zamoranos están bien representados, con mayor presencia de la DO Toro. El Parador, por su situación en la capital, ejerce en materia gastronómica de epicentro y en buena medida lo logra al contar con las denominaciones de vinos, las marcas y menciones de IGP de alimentos y los platos más representativos de la ciudad. Este es su cometido. Y lo cumple. Se come bien en el Parador de los condes de Alba y Aliste.