semana santa en el mundo rural
El fervor toma los pueblos
Castilla y León atesora numerosos ritos ancestrales que han pervivido a lo largo del tiempo en enclaves rurales. Un tesoro vivo en el que el turista viaja en el tiempo
Arranca una de las fechas de mayor exaltación del sentimiento religioso. Durante los próximos diez días las calles y plazas de nuestras ciudades escenificarán la muerte y resurrección de Jesucristo . El fervor de los actos de penitencia volverá a recuperar la intensidad de los tiempos previos a la pandemia, a lo que se suman las buenas previsiones climatológicas que invitan a turistas y visitantes a conocer una de las tradiciones más arraigadas de nuestro país. Castilla y León ofrece todo un repertorio museístico por descubrir en cuanto a la calidad de sus tallas procesionales y la pervivencia de ritos y tradiciones que se han mantenido intactos a lo largo del tiempo. Sin embargo, más allá de la Semana Santa que se vive en grandes ciudades, existe un inmenso tesoro etnográfico por descubrir en pequeños pueblos de nuestra región que han pervivido en el tiempo, manteniendo su esencia inquebrantable, alejados del ruido.
En los últimos años se ha realizado un importante esfuerzo por mantener y recuperar algunas tradiciones que estuvieron en el limbo del olvido tras la pérdida de población sufrida en la década de los sesenta y setenta. Un mérito que se debe principalmente al esfuerzo de las gentes que viven en los pueblos o se sienten vinculados a ellos.
Les invitamos a descubrir algunos de los ritos ancestrales que tendrán lugar en los próximos días, convencidos de que la experiencia no les dejará indiferente. Algunos de ellos se celebran envueltos en un halo de misticismo en un viaje en el tiempo.
La provincia de Ávila ofrece todo un repertorio de ritos y tradiciones de la Pasión de Jesús que ha pervivido a lo largo de generaciones. Sus comarcas cuentan con expresiones populares únicas y diferentes. El hecho de estar geográficamente separadas unas comarcas de otras por el Sistema Central hace que en cada localidad se celebren oficios religiosos con una identidad diferenciada. La procesión de los Romances , que se celebra el Jueves Santo en la localidad de Navaluenga, y que se repite en al menos otras diez localidades, es la más conocida. En ella se entonan, con más o menos celeridad y singularidad propias, los romances de la Pasión que recogió Lope de Vega en sus ‘Rimas Sacras’ (1614). Aunque no existe constancia sobre el origen de esta tradición popular, se piensa que pudo surgir en el siglo XVII como manifestación de fe durante la contrarreforma, antes de que más tarde se convirtiera en acto procesional durante el siglo XVIII.
En Bonilla de la Sierra, uno de los Pueblos pertenecientes a la Red de Pueblos más Bonitos de España, se vive una Semana Santa especial donde destaca la conocida como procesión de Los Negros . Coincidiendo con la medianoche del Viernes Santo, tres encapuchados separados de 40 pasos recorren las calles de la localidad, acompañados únicamente de una campanilla, una trompeta y un bombo, en señal de duelo.
Y si hacemos parada en la capital abulense, es imprescindible acercarse a contemplar el Cristo de las Batallas , talla que guió a los Reyes Católicos hasta Granada y que bordea la Muralla por su lienzo norte.
Los Autos Sacramentales están presentes en el mundo rural, con dramatizaciones de la muerte de Cristo; una forma de transmitir a través de la cultura oral las escenas de la Pasión. Son incontables las escenificaciones de este tipo que tienen lugar en los pueblos.
En Almanza (León) mantienen Las Tres Caídas , una curiosa tradición donde un nazareno viviente interpretado por un varón de 33 años (la edad de Cristo al morir) se desploma con unas pesadas cadenas. En la Sierra de Francia cuentan con un rico repertorio como el Vía Crucis viviente en Candelario , uno de los mayores espectáculos litúrgicos de la provincia. Miles de personas acuden cada año a contemplar esta escenificación que lleva consigo momentos sorprendentes, como las caídas de Jesucristo, o el proceso simulado, por el cual el Nazareno es clavado en la cruz con espectacular realismo. En nuestra visita a la Sierra de Salamanca podemos detenernos para conocer el Escarnio de Judas que tiene lugar en la localidad de Sotoserrano. Se trata de una tradición en la cual los mozos del pueblo organizan una hoguera y figuran la quema de Judas con un muñeco.
Por último llama la atención el Auto de Pasión que tiene lugar en Béjar (Salamanca) el Viernes Santo; una puesta en escena medieval que se basa para su realización en los textos del poeta del siglo XV Gómez Manrique y en los del músico y autor dramático Lucas Fernández (siglo XVI).
En la localidad soriana de Ágreda el Viernes Santo se vive de una manera especial por la presencia de los ‘Felipecuartos’ , cofrades de la Vera Cruz que visten trajes del siglo XVII, concretamente de la corte del rey Felipe IV que llegó a este enclave, junto con otros más personajes importantes de la época, para visitar a Sor María de Jesús de Ágreda. La Fiesta, de Interés Turístico Regional atraviesa momentos difíciles ante la falta de relevo generacional.
Pero si hay un lugar donde el tiempo parece haberse detenido es Bercianos de Aliste , al oeste de la provincia de Zamora. Su población se multiplica por cinco para contemplar la Pasión y Muerte de Cristo con un ritual solemne y austero cuyo origen se remonta a la Edad Media y que no deja indiferente a quien lo presencia por primera vez. Su procesión de capas pardas alistanas la tarde del Jueves Santo parece viajar en el tiempo a una época donde no existían ni el reloj ni las preocupaciones triviales de la vida moderna; la representación del desenclavamiento y entierro de Cristo, a quien los cofrades acompañan vistiendo túnicas blancas de lino que algún día serán sus mortajas; el silencio solo roto por las voces que entonan el Miserere estremece a quien lo contempla siendo una de las tradiciones religiosas más significativas no solo de la provincia de Zamora, sino de todo el país. Un ritual que ha pasado de generación a generación hasta alcanzar el siglo XXI con el mismo fervor que en siglos pasados.